Ya no pretendo ser más que una frágil ventana en un rascacielos.
Ahora me creo como el viento, capaz de modificar las nubes, o como las rocas! Que miran siempre el mismo paisaje.
También me creo inmigrante, en un país de normales e inmorales.
O quizá la locura absurda de la gente haya sido culpable, de odios, rencores, ANGUSTIA, miedos, y todos aquellos componentes que nos convierten en locos viviendo en un suelo de comunes.
Tal vez esté en un sueño, de esos que figuran como una fantástica historia que me convierte en un atisbo de vida, o en una pesadilla con un inicio prolijo y pulcro, que no hace sino insinuar un final de vacío al precipicio con un despertar entre sollozos y ahogos.
Quizá solo la mente poco cuerda que logra transformar un lindo paisaje en lluvia torrencial logre descender toda la maldad que se encuentra pululando, por aquí... por allá.
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Poemas que sin suerte ni mente aparecen
PoesiaEstos solo son el producto de diferentes situaciones, esperando que los conecte con emociones, porque ello es lo que nos hace sentir vivos.