Este pequeño ser crece a medida que estemos con él, juega con nuestras mentes volviendo lo más obscuro en un bello imperfecto, transforma a un dragón en un amoroso gatito y aún más, revela nuestra capacidad de entrega. Este pequeño también tiene defectos y también hace travesuras, busca con su amiguito cupido resurgir sentimientos donde no los hay, y a veces sin intención eleva el alma de quien no lo acompaña a tal punto que cuando retorna a su hogar, este acompañante se desploma, invitando aun niño un poco más mundano... el odio.
ESTÁS LEYENDO
Poemas que sin suerte ni mente aparecen
PoesiaEstos solo son el producto de diferentes situaciones, esperando que los conecte con emociones, porque ello es lo que nos hace sentir vivos.