Otra vez

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Otra vez, otra vez encuentro a mi alma desconsolada, llorando, pretendiendo ser feliz, e intentando por más que puede de no sentirse sola, acongojada o frustrada, mientras que aquel rostro solo muestra una sonrisa fingida que contagia a pocos de emoción y en donde muy pocos realmente ven el vacío que muestran sus ojos… de que merito me estoy perdiendo?, de ser alguien feliz? O sanamente responsable, cuidadoso, amoroso, dedicado y sutil?, quien ha osado decir que por la belleza se puede reflejar cómo vive? Más que un simple principio de estimación hacia el otro, se ha convertido en la tragedia de constituir un estúpido patrón al cual estamos sometidos por la necesidad de adaptarnos a una sociedad; sinnúmero de personas sueñan con aspiraciones de otros, con vidas de otros, con amores de otros, ¿será que esto es lo que me está pasando? No soporto ver lo inconsciente que son algunos al presumir sobre su vida, ¿no será más bien que ellos sufren de complejos peores? Su vida reflejada será realmente la verdadera?, y otra vez llegamos al punto, esa máscara que nos protege de las agresiones de otros, esa máscara que muestra lo felices que somos con lo que hemos conseguido, la infinita dicha de poseer ciertos bienes materiales, ¡de que carajos sirve! Si para morirnos solo falta que sea el momento indicado determinado por ese ser superior que nos ha mandado con un propósito, o deseos infinitos de terminar con esto, es de verdad que tenemos posesión sobre nosotros mismos? Que en cierta medida somos lo que hemos querido ser?, que manejamos nuestra vida según para cada uno, lo mejores criterios? Tal vez en un contexto, sí, pero no podemos dejar de lado la influencia que poseemos sobre los demás y ese absurdo mandato que algunos tiene sobre nosotros, no hay mecanismo más absoluto que el poder para conseguir lo que se quiere, sin embargo hay algo que en su sentido más puro solo irradia lo mejor de sí, peor que también genera la frustración de lamas que lloran y lloran y sus caras sonríen y sonríen, si eso al que se le denomina, amor.

Poemas que sin suerte ni mente aparecenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora