De los omegas siempre se espera cuidado.
A ellos se les adjunta toda la maternidad y crianza amorosa de los hijos, exclaman por el instinto maternal que por naturaleza tiene, uno que los hace rondar cerca de alfas, uno que pueda darle cachorros que cuidar y amar.
Criaturas sensibles que dan vida para después desvivirse por ello, sus cuerpo diseñados para ellos, desde la forma de sus caderas, los dulces aromas hasta la construcción de sus cerebros. Se les enseña desde jóvenes a obedecerlo, para después también atender a un alfa.
La flor no era tan molesta.
Al llegar a su habitación, la puso en su librero, cerca de donde podría recibir suficiente luz. Estaba medio complicado recibir luz cuando se está en las mazmorras, pero supone que puede sacarla al jardín una vez cada cuantos días. Sitara se subió al mismo mueble, curiosa sobre la nueva adquisición.
No tenía ni la menor idea era peligroso para gatos, por lo que alejo a su gata. Tendría que investigar, esperaba que sí, porque si no era capaz de quemar la dichosa planta si esta le hacía daño a la bola de pelos en su pecho, la cual ama con cada fibra de su muy callado y amargado corazón.
Un maníaco de la limpieza con una mascota era algo para reírse, nadie creía que Theodore Nott pensara en tocar a un animal, muchos menos cargarlos y mimarlo.
Y es que Sitara parecía ser la única excepción en la percepción de Theo. Solo su gata era limpia, porque el mismo la peinaba, largo y tendido, para felicidad de Sitara, él vigilaba su alimentación para que fuera fuerte, además, se bañaba constantemente, tal vez imitándolo.
Y...también era el punto de confort de Theo.
No tenía muchas cosas, nadie de la escuela sabía cual era el olor de sus feromonas, las escondía, mas que la maldita camara de los secretos, porque no quería que nadie dijera nada sobre ellas, Pansy, Blaise y Draco las conocían, pero solo ellos, y porque eran su manada. No tenía las feromonas, no era carismático y tampoco delicado, no tener nada a que amar parecía la tercia perfecta.
Hasta que tuvo a Sitara en brazos. Su madre pensaba que Sitara le ayudaba a tener algo que amar y equilibrar su omega interno, un escape, aunque tambien estaba feliz de ver que, incluso con lo retraido que se había vuelto Theo, de todos modos había encontrado una manada.
Y eso pensaba Theo, al dejar a Sitara sobre su cama tendida, una caricia en su lomo y se alejo, dejando que la gatita se acomodará en el centro de la cama.
Apenas había llegado, se quito todo rastro de mugre, TODO.
Se permitió volver a divagar sobre la sesión.
No le gustaba para nada estar en el invernadero, nada de nada, y si algo era peor, era estar solo con un alfa, lo odiaba aun más.
Pero, no dejaba de ver la forma en la que Longbottom se había retraído en su lugar, las dos veces que había sido más cortante con él, se retrajo en su lugar, en vez de gruñir de regreso como otros alfas, retrocedió.
Y que bueno, porque no quería tener una estúpida discusión con un alfa, una que va alrededor de que demonios significa un rechazo, como si fuera negociable.
Salió de su cuarto a la zona común, en busca de Pansy.
Draco y Blaise, jugaban Quiddicht, por lo que estarían todavía ocupados en la practica del deporte, Pansy era la única que estaba libre, o estaría secreteando con las hermanas Greengrass, o en las cocinas, comiendo y juntando bocadillos.
En el peor de los casos estaría discutiendo con Granger en alguno de los pasillos o biblioteca.
Caminar por el pasillo siempre era refrescante para su mente, cuando esto estaban desiertos, como ahora, no tenía que sortear a nadie ni evitar, solo podía caminar en el centros sin temor a ensuciarse.
Paso cerca de una jardinera, nada en ella le habría llamado la atención, si no fuera por que ahí estaba su mas reciente dilema.
De detuvo, oculto entre las columnas de piedra, para ver mejor.
Longobottom estaba sentado, entre todo el pasto, algunas hojas de las plantas pasaban por sus hombros, muy contento hablando con algunos niños de primero y segundo, según lo que veía, eran de Hufflepuf y algunos Gryffindors, los pequeños estaban felices de escucharlo y verlo manejar algunas de esas movedizas plantas. Longbottom sonreía y hablaba, respondía dudas, bromeaba y jugaba un poco.
Pequeños sin presentar.
Por lo que una cosa era obvia.
Ese aroma que estaba en el aire, ese que le estaba dando una tranquilidad que normalmente solo obtenía de Blaise y Pansy, que era suave y agradable, pertenecía a Longbottom.
Darse cuenta de eso no le cayo en gracia. Para nada, no, no podía ser.
Su mente se volvió un lío otra vez, ¿como podía ser que su aroma fuera tan agradable? ¿Que pudiera transmitir ese nivel de paz? No, tenía que ser una loca y retorcida percepción que su instinto le hacia ver, en definitiva, tal vez verlo con los más jóvenes movió una fibra dentro de sí, pero incluso así no mejoraba, ya estaba mal, una demencia no prometía más que problemas.
Desistió.
Podría encontrar a Pansy después, la esperaría en la sala común, ella llegaría antes que Draco y Blaise de todos modos, porque estaba a nada de asegurar que Potter y Draco no perdería oportunidad de pelearse una vez uno con el otro, solo porque sí.Ese era le plan, pero llegar y ver el lugar atiborrado de alfas de sexto, bueno, lo hizo desistir a la misma velocidad de la luz, por lo que se fue a su habitación.
Sitara seguía hecha ovillo en su cama, por lo que fue directamente a ella y se acostó también, Sitara abrió sus ojos, al ver que era Theo, se levanto, estiro y volvió a costarse, solo que esta vez, cerca del pecho de Theo y permitiendo que este la abrazara, cual fuera un peluche.
Por ahora el pequeño calor y suave ronronear de Sitara sería suficiente para darle algo de estabilidad y calma, porque no tenía idea de que iba a hacer.
La opción más atractiva era fingir que no pasó nada, que las feromonas solo eran bien olientes y hasta ahí, no era como si fuera un delito decir que alguien huele bien. Sí, esa era la mejor opción, porque de todos modos esa información era inútil, solo molesta. Igual pediría una segunda opinión, en cuanto Draco dejará de tener discusiones tontas con Potter, le preguntaría, Draco tendría más respuestas y soluciones a su problema, después de todo, Draco era un omega completo.
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Contigo
FanfictionFanfic Omegaverse Segunda generación. Siempre había sido un ser enigmático, más bello aun, pero no entendía porque no sentía nada. Porque estaba vacío en ese aspecto, lo que si sabia es que decirle odio al deseo no era mejor. Un omega callado y apa...