Harsseth Family

3

— ¡Maddisooon! — El grito de Morgan perfora mis oídos. Me planto frente a ella, y al ver su sonrisa de inocente maldad, no puedo evitar fruncir el ceño.

— No tienes que gritar, incluso si susurras te escucharía, Deverux.

— Eres demasiado rápida. — Su sonrisa de suficiencia no me sorprende, aunque me molesta.

— Y tú, demasiado fastidiosa. — Sonrío con falsa amabilidad antes de devolverle el ceño. — ¿Qué quieres ahora?

— Se supone que llegaba a la ciudad, te amenazaba, me dabas lo que quería y me iba. Y ahora, no tengo ni idea de qué ponerme para hoy. — Cruza los brazos, mirando alrededor con esa arrogante calma que tanto detesto.

Respiro hondo y la guío hacia mi habitación. Zac se fue esta mañana para arreglar su maleta, dejándome sola con Morgan.

Creo que ella es tu Karma.

Empiezo a creer lo mismo.

Abro la puerta de mi clóset y la señalo con un gesto cansado.

— Elige lo que quieras, pero debe ser algo cómodo para el vuelo. Después te compraré algo decente para el evento y la fiesta. — Morgan me mira, sorprendida, con esos ojos oliva que parecen ver demasiado. — ¿Qué?

— Nada. ¿Dónde será la fiesta? — Su tono ahora es más suave, pero la desconfianza nunca desaparece.

— Un bar en el centro de Nueva Orleans. — Morgan asiente y se mete al clóset, buscando entre mi ropa.

Mientras tanto, empiezo a alistar mi maleta, metiendo el ascendente entre las prendas. Saco el móvil y marco a Lizzie, la bruja descendiente de Alice.

El tercer tono y ya está respondiendo.

— Funeraria del Barrio Francés, ¿qué necesitas? — Sonrío al escuchar su voz, negando divertida.

— Niña, eso fue gracioso hace un par de años. Deberías renovar tu repertorio.

— Sigue siendo divertido. — Puedo oírla sonrojarse y arrugar la nariz, como si estuviera poniéndose incómoda. — ¿En qué puedo ayudarte, tía Didi?

— Supongo que el regalo para tía Nia está listo, ¿verdad?

— Sí, y también el del tío Liam y tía Amelia.

— Por eso te adoro, mini monstruo. — La escucho reír y yo también sonrío. — Necesito otro favor. Llegaré primero al Barrio Francés, quiero ver a los Delacour. Te explico allá. ¿Puedes ir por mí al aeropuerto?

— Claro, tía Didi, nos vemos pronto. — Cuelga y yo meto las últimas cosas en mi maleta.

Escucho a Morgan acercarse y me giro solo para ver que está terminando de elegir algo de mi clóset. Estoy tan concentrada en mi maleta que no le presto atención a lo que está eligiendo.

— Oye, Maddison... — Levanto la vista y, por un segundo, olvido todo lo demás. Morgan está usando un short que ni siquiera recuerdo tener, junto con mi sudadera de Slytherin.

No se ve nada mal.

— ¿Hmm? — Respondo, rápidamente apartando esa línea de pensamiento.

— Feliz cumpleaños, no he oído a nadie decírtelo. — La sonrisa en sus labios crece, con ese toque de arrogancia que sabe cómo usar para descolocarme.

— Gracias, Deverux. — Le devuelvo la sonrisa, aunque sé que la suya tiene un toque de malicia. Sale de la habitación para darme espacio.

Cuando termino de vestirme y empacar, agarro las llaves de mi apartamento y las maletas.