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— ¡¿Amelia, has visto mi rizadora!? — grito desde el baño, después de 15 minutos buscándola sin éxito.

Mis hermanos, los gemelos Zac y Raquel (sí, la misma Raquel en la que están pensando, es acompañante de Liam)

¿Les sorprende? Porque a mí no.

Todos llegaron hace dos horas, estamos en un hotel y, aunque el acto de Nia empieza en una hora, la mayoría estamos de un lado a otro, arreglándonos a toda prisa. La situación es un caos controlado, como siempre.

— No — responde mi hermana mayor, que tiene la mitad del maquillaje sin hacer, el cabello desarreglado y un pie descalzo. — ¿Tú has visto mi otro tacón?

Yo no estoy mucho mejor. Mi cabello está a medio rizar, no encuentro mi vestido, así que sigo en bata de baño y solo tengo un ojo maquillado. Niego con frustración y resoplo.

— No, pregúntale a Ems — digo, mientras sigo buscando mi rizadora.

Por los dioses, la tenía hace unos minutos.

— ¡La encontré! — grita Morgan desde debajo de la cama, con la rizadora en las manos. Sonríe, y me tomo un minuto para mirarla de arriba a abajo.

Ella técnicamente ya está lista. Lleva un vestido de etiqueta que se amolda a sus curvas, de color lila con un escote discreto, maquillaje sencillo (un poco de rímel, rubor y gloss), y el cabello recogido en un moño apretado. Se ve hermosa.

Sonrío y me acerco a ella.

— ¡Podría besarte! — le digo, y escucho cómo su corazón se acelera. Sonrío aún más mientras le quito la rizadora de las manos para terminar con mi cabello.

— No me escucharás quejarme — murmura casi imperceptiblemente, mientras se sacude el vestido con ligera incomodidad.

La miro con diversión y continúo con mi trabajo. Después de unos minutos, mi cabello está completamente rizado.

— Madd, ¿me ayudas? — Raquel llega con el delineado a medio hacer y suelta un suspiro de frustración.

— Claro. Deverux, ¿terminas su cabello mientras? — le pido, y la mencionada se acerca, tomando la plancha para terminar las ondas en el cabello de Raquel.

Raquel dejó su cabello ondulado solo en las puntas, y lleva un vestido negro con la espalda descubierta y tacones dorados. Está impresionante.

— Señoritas — La voz de Liam interrumpe el momento. Su presencia hace que el corazón de Raquel se acelere. — ¿Están listas? — pregunta mientras alza la vista, y yo lo miro.

Mi hermano lleva un traje negro con corbata roja. Le silbo en tono juguetón, y las otras dos chicas lo miran embobadas.

— No, principito, ya casi — le respondo, guiñándole un ojo mientras él se marcha, negando con diversión.

Morgan suspira, y la miro con curiosidad.

— Si no es con uno, es con el otro... pero de que me quedo en la familia, me quedo — comenta, y yo ruedo los ojos, pateándola suavemente.

Después de quince largos minutos, todos finalmente estamos listos.

Zac lleva un traje gris, sin corbata, que se ajusta perfectamente a su cuerpo en las partes necesarias.

Damen, por otro lado, lleva un traje azul oscuro hecho a medida. Aunque... sigo diciendo que se vería mucho mejor si tan solo sonriera.

Emily está espectacular con un vestido del mismo tono azul que el traje de Damen, el cabello trenzado en un semi-recogido, un maquillaje de ojos semi-ahumado y tacones blancos.

Harsseth FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora