5

24 4 2
                                    

3 Meses Después

Morgan se fue una semana después de mi cumpleaños. Quiso compensarme ayudando con la profecía, así que decidimos mantenernos en contacto e investigar por nuestra cuenta: yo viajando para conocer a los aquelarres y ella consultando a los oráculos de Atenas.

En estos últimos tres meses apenas nos hemos visto, solo por videollamadas o fotografías.

Amelia volvió a Manarola con Adrien, y ahora viven juntos en su apartamento. Terminó convirtiendo el palacio en un consultorio y viaja seguido para administrarlo.

Liam empezó a salir con Raquel hace un mes (le debo dinero a Nia por ello).

Ella, por su parte, se quedó en Nueva Orleans y, al parecer, está "conociendo" a Nick.

Los Rossier decidieron quedarse en Nueva York por un tiempo y me visitan de vez en cuando.

Ah, y Zac está saliendo con una chica misteriosa (el desgraciado aún no me dice quién es).

¿Y yo? Sigo sin encontrar nada que me ayude a cambiar el resultado de esta estúpida profecía. Damon se ofreció a ayudarme, así que ahora estamos en una cafetería, analizando libros de texto como si fuéramos académicos en lugar de criaturas de la noche.

— Teñida — murmura Damon, y levanto la vista de las páginas.

— ¿Encontraste algo? — pregunto esperanzada.

Él niega con la cabeza, y yo suspiro, pasando las manos por mi cabello. Lo observo con curiosidad.

— ¿Entonces?

— ¿Por qué esos chicos nos miran tanto? — frunce el ceño, señalando discretamente con la cabeza.

Me giro y alzo una ceja, sonriendo con diversión. Qué pequeño es Nueva York a veces. Detrás de nosotros están Axel y Theo.

Niego con la cabeza y vuelvo a mirar a Damon.

— Emily y yo nos alimentamos de ellos hace unos meses — me encojo de hombros, restándole importancia. — Y por si no lo has notado, pequeño saltamontes, hay afiches con mi rostro por toda la ciudad.

— Primero: sí, lo noté. Y es tedioso — eso solo me hace sonreír más. — Y segundo: ¿por qué no simplemente buscaron un par de bolsas de sangre? — arruga la nariz con repulsión.

Sonrío con ternura.

— Pequeño saltamontes, ¿dónde quedaría la parte divertida de ser monstruos chupasangre si hiciéramos eso?

Él finge una arcada, y yo río antes de volver a centrar mi atención en el libro frente a mí.

La mayoría de los textos que he leído hablan sobre la destrucción de los mensajeros de Satán (o sea, las brujas) a manos de dos ángeles divinos que liberarán al mundo de la magia oscura. Todo muy bíblico.

También descubrí que hay un capítulo entero sobre mi linaje familiar. Al parecer, los Harsseth fueron creados por Lucifer y Lilith para proteger el Pandemónium y gobernar uno de los nueve círculos infernales. Datos realmente interesantes, algunos más extraños e irreales que otros. Perfectos para una película de ficción... pero nada que ayude a romper la profecía.

Espero que Morgan tenga más suerte.

Alguien se aclara la garganta, y levanto la vista. Theo está frente a mí, sonriendo.

— Hola, Theito — lo saludo con una sonrisa.

Su expresión se ilumina.

— ¿Qué tal? — Luego voltea a ver a Damon. — Oh, ¿él es tu hermano?

Harsseth FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora