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Sonaba el teléfono del castaño.

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No sabía que ocurría, un mensaje de un número desconocido.

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Era lo único que decía ese mensaje...será alguna pista?

No tenía tiempo de pensar, debía llamar a Cellbit.

Habían pasado ya un mes desde la desaparición del pequeño Bobby, cada día era más cansado.

No comía, no dormia, no estaba bien..

Roier ya no era el mismo de antes, había cambiado.

¿Donde quedó ese chico alegré?

Se fue.

Se fue desde el día que le quitaron a su hijo. Un mes ya.

Un mes que sintió como años, lo extrañaba cada noche, pedía a gritos que se lo devolvieran, lloraba todas las noches, sentía un vacío un vacío enorme.

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Sonaba la puerta de la mansión.

El castaño fue a abrir, era Cellbit no tardo mucho en llegar.

Perdoname por haberte llamado tan temprano..te prometo que es algo importante.-dijo el menor con tristeza, estaba desesperado.

No te preocupes Ro...vendré siempre que me lo pidas.- dijo el cenizo con calma aún que el también estaba algo  nervioso pero quería tranquilizar al menor.

Ro, una abreviatura a su nombre, pues al convivir ya casi todos los días este mes y hacerse muy MUY buenos amigos, le parecía hacer un pequeño apodo, tenían confianza así que ya era algo normal llamarse por sus apodos, aún que al inicio Cellbit estaba nervioso, no quería sonar irrespetuoso.

Roier dejó pasar al cenizo, como normalmente lo hacían al tener que conversar, tomaron asiento el la sala, cristi llevo algunos aperitivos a la pequeña mesita que se encontraba en el centro  de la sala.

El castaño soltó un suspiro pesado antes de sacar su celular y enseñarle el mensaje a Cellbit - hoy por la mañana me llegó un mensaje de un número desconocido...el mensaje solo decía esto...no se que pensar, por eso te llamé acá... Quiero creer que es una pista para encontrar a mi hijo.

Dijo el ojicafe mientras tomaba una galleta y su taza de té.

Cellbit por otra parte agarró el celular del menor y anoto el número desconocido en su libreta, anoto el número que habían mandado en el mensaje y suspiro.

Ro..necesitaré algunas de las fotos que me enseñaste antes, se que me lleve algunas pero necesito específicamente las que te quedaste..estuve investigando un poco busque algunos números, solo necesito encontrar a alguien más.

Roier no sabía que decir...las únicas fotos que se quedó fueron las de su difunto novio junto con algunos de sus amigos.

Pero no se negó, fue y le llevo a Cellbit lo que pidió, tenía intriga quería preguntarle cosas pero sabía que ninguna de sus preguntas tendría respuesta por lo intento una vez y Cellbit no respondió ni uno, o al menos por el momento no podría responder nada.

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La cita está agendada para esta semana, iban a ir a cenar a un lugar muy lujoso, y luego talvez ir a tomar un café.

Roier estaba nervioso, no sabía el por qué y no quería sentirse así.

No quería volver a sentir ese sentimiento. Aun no estaba listo para dejarlo ir.

Estaba todo listo la reservación del lugar, su atuendo, el gran regalo que le tenía preparado, todo estaba impecable.

Roier no estaba tranquilo las manos no le paraban de sudar , no sabía que iba a decir, estaba mas que nervioso.

Era su primera cita, su primera cita formal, la primera cita con el.

Se encontraba yendo al lugar, pues su acompañante le ofreció ir a recogerlo pero el se negó, no quería ser una molestia.

Vio las luces, el lugar... Quedo fascinado, le había dicho que iba a ser una cena espectacular pero no sé imagino que tanto, estaba feliz, nervioso, entusiasmado. Tenía muchas emociones a la vez.

Entro lo llevaron a su mesa y ahí estaba... Ahí estaba el, con su traje negro que lo hacía ver extremadamente bien, sus lentes de sol, esa hermosa sonrisa, el chico de sus sueños estaba ahí esperándolo con un gran ramo de tulipanes rojos.

Se acerco lo primero que pasó fue un abrazo, un abrazo que para ellos duro una eternidad no quieran separarse, tomaron asiento ordenaron sus platillos, todo iba de maravilla.

La risa de su amado resonaba por toda la habitación, sus palabras de amor, sus chistes rancios, las burlas. Jamás olvidaría esa noche.

Terminaron de cenar, pidieron su postre y antes de poder recibirlos se escuchó una fuerte música, entraron todos sus amigos, la música provenía de la guitarra de su amigo, era su canción favorita.

Spreen

Spreen..su amado le había pedido ser su novio, el emocionado acepto, acepto sin pensarlo.

Todos festejando a la nueva pareja.

Jamás olvidaría esa increíble noche.

No estaba listo para olvidar.

Cellbit llegó por el a las 7 como el había dicho, era muy puntual así que llegaron a tiempo al restaurante.

Cellbit reservo la mesa del balcón, sabía que a Roier le encantaban las estrellas así que quería ver con el las estrellas más tarde.

Sonaba una melodía muy tranquila de fondo, la iluminación, la locación del lugar, todo era perfecto.

Pidieron sus platillos, sus platicas fueron normales, no metían el tema del caso de Bobby pues Cellbit quería que Roier se olvidará de eso un rato, quería aue despegará su mente.

Chistes, bromas, burlas, como si fueran amigos obvio con alguno que otro piropo. Cellbit no iba dejar pasar esta oportunidad, quería que supiera que el estaba interesado en el.

La noche paso lento, los dos disfrutaron la cena y la compañía del otro, hubo alguno que otra agarradita de mano, algo que cada vez más emocionaba a Cellbit por la parte de Roier se sentía apenado y feliz, eso no lo puede negar, pero también sentía culpa, culpa de traicionar a su gran amor.

Cellbit le había regalado un gran ramo de flores de girasoles, no eran sus favoritos pero una vez en alguna de sus platicas habia dicho que jamás le habían dado un ramo de girasoles que le parecía bonitos pero no eran sus favoritas, Cellbit busco los girasoles más bonitos y esos se los dio a su solecito.

Roier se la paso super bien, fue una noche hermosa, pero el sentimiento de culpa seguía, sentía que lo estaba engañando , le dolía mucho.

La noche termino con un baile bajo las estrellas, fueron a una casita cerca del campo, Cellbit sabía que a Roier le encantaba ver las estrellas así que lo llevo para pasar el rato conversando mientras las ven, pusieron una mantita en el césped llevaron algunas galletas y dulces.

Cellbit puso algo de música tranquila ya que sabía que al castaño le encantaba ese tipo de música.

Después de estar un rato hablando y riendo por las ocurrencias del castaño.
se empezó a escuchar de fondo Can't Help Falling In Love, Cellbit no dejo de pasar esa oportunidad se levantó, se puso enfrente del castaño y le extendió su mano, invitándolo a bailar.

El menor acepto gustoso, bailaron bajo la luz de la luna. Los dos sonriendo con un liguero sonrojó y un brillo en los ojos. Se estaban enamorando cada vez más.

Lo que Roier no sabía es que su gran amor los veía con una gran sonrisa y con lágrimas en los ojos. Le dolía pero le encantaba ver a su amado sonreír y divertirse.

Te amare por siempre pero necesito que me dejes ir.

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