15 años habían pasado desde aquel trágico día donde se les había sido arrebatada la felicidad 15 años en donde la misma sonrisa rota se hacia presente en su rostro cada vez que pensaban en aquel cachorrito qué fue robado de sus brazos ¿valía la pena...
Me desperté por unas cuantas caricias en mi cabello, estaba demasiado desorbitado ahora mismo, o eso fue hasta que recordé los acontecimientos pasados y me separe abruptamente del cuerpo de Jennie.
Un sonrojo se apodero de mis mejillas cuando estuve nuevamente en el mundo con mis cinco sentidos.
-¿Te encuentras bien cariño? - Bogum me hablo mientras me miraba directamente a los ojos.
Joder, cuanta profundidad hay en esos orbes negros.
-S-si - logre dar una respuesta afirmativa antes de que un estornudo se abriera paso en mi camino.
Jennie y Bogum se rieron mientras yo solo esperaba que el calor en mis mejillas solo sea por la fiebre y no por la vergüenza que estoy sintiendo ahora.
-Eres muy adorable - Jennie dijo mientras tocaba mi nariz.
¿Qué horas son? - decidí ignorar aquel comentario de la rubia y me centre en el hecho de que probablemente pronto tendré que entrar a clases.
para eso te llamábamos peque - Bogum hablo con calma- tienes unos 10 minutos antes de que comience tu primera clase.
Como si hubiera sido un robot, me levante de aquella banca y estaba a punto de recoger mi mochila y agradecerles cuando ambos se pararon al mismo tiempo.
-Nosotros iremos contigo - el comentario de Jennie sonaba mas como una afirmación que una pregunta, así que tampoco me moleste en contradecirla.
En el poco tiempo que hemos socializado, me he dado cuenta que ella o bueno, ambos, tienen un carácter muy firme y decisivo e incluso podría considerarlo terco en algunos aspectos. Así que no pelee, además, aunque no lo admitiera, se sentía bien estar a su lado.
Bogum y Jennie volvieron a tomarme de las manos mientras me daban una brillante sonrisa, tal vez sea porque se las devolví o porque no me inmute cuando ambos hicieron contacto físico conmigo.
Ingrese a mi salón, me tocaba literatura, aunque, por supuesto, no entre... no sin antes despedirme de esos dos y obviamente tomándome la pastilla que Eunie me había dado.
No quería un regañón por parte de mi hermana hoy.
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Para mi sorpresa, el día se había acabado mas rápido de lo que hubiera esperado, así que logre darme mi propio tiempo de guardar mis cosas en mi casillero y salir a la puerta del instituto.
Rápidamente el bullicio de los estudiantes y el trafico hicieron que una mueca se hiciera presente en mi rostro, me respalde en una de las barandillas de las escaleras a esperar a Eun-ji, sabia a ciencia cierta que Jackson no se iría a casa con nosotros, normalmente cada que salía de la escuela tenia que hacerle algún recado a su madre, así que normalmente se despedía corriendo y se iba.
Y esta vez no fue la excepción, Jack se había despedido de mi no sin antes darme un abrazo junto con aquella sonrisa castrosa que a veces deseo quitarle de la cara.
