Cuando Miles más dudaba de seguir intentando conquistar el corazón de Miguel, el mayor se encontraba otra razón minúscula por la cual el menor decidía quedarse a pelear, tenía convicción, pero también una dependencia enfermiza a sentir el amor que solo Miguel le sabía dar.
Estaban por cumplir 3 meses de empezar a salir, prueba tras prueba que Miguel le daba a Miles para saber si era el indicado, el menor sobrepasaba las expectativas con gran esfuerzo, aún así... Terminaba más y más lastimado, cada prueba lo hacía sentir más insuficiente que la anterior, pensando en si Miguel solo lo torturaba para algún tipo de jugarreta personal o si en verdad lo quería, Miles estaba cansado, a punto de rendirse, pero entonces Miguel colapsaba en ataques de pánico que hacían al menor quedarse, obligandose a sentir que era su responsabilidad curar lo que otros habían herido tanto.
Miguel había invitado a Miles a salir, cada vez que lo hacía al menor se le salía el corazón de la emoción que significaba que quizás, sería el día en que Miguel consumara sus sentimientos, pero siempre había terminado solo en pasión descargada y aunque Miles empezaba a sentirse como un objeto, se ponía su atuendo más lindo y se preparaba horas antes casi como un ritual, para saber que decir y hacer para no arruinar el momento en el que Miguel quizás se sintiera cómodo de decirle la verdad.
Llevaban semanas hablando de sus sentimientos y Miles -como siempre esperanzado en tener avance por la más mínima señal de aprecio- consideraba que iban por buen camino, Miguel llevaba tiempo sin sufrir un ataque de ansiedad, no lloraba ni se quejaba del pasado con el menor.
Arreglándose para su cita, recibía un texto de Miguel, reviso su celular para ver el mensaje y en el se leía que el mayor vendría por el en unos minutos.
Miles como mencionaba anteriormente, se preparaba en cuerpo y alma para estar lo más presentable y tranquilo para no incomodar a Miguel, pues estaba en su cabeza una de las muchas pruebas que el le había puesto, dónde incluían no interrumpirlo, llenarlo de mensajes de preocupación -o cualquier clase de importunio a los asuntos personales del mayor- y sobre todo, no presionarlo.
Cada vez que Miles quería hablar sobre sentimientos desde el evento del auto, Miguel se limitaba a callarse y darle una ley del hielo, hasta que por fin Miles decidía cambiar el tema y entonces sembraba en el menor el pensamiento de "mientras menos hablemos de que es esto, mas lo vamos a disfrutar."
Miles se disponía a salir de su casa, iba bien vestido pues esa era la indicación de Miguel para la vestimenta, el mayor siempre se aseguraba que su pretendiente fuera adecuadamente arreglado para cada salida, era un obsesivo del control sobre lo que Miles hacia, comía, vestía y sobre todo de que hablaba con los demás sobre su relación.
A Miles nunca le había alertado este comportamiento de parte del mayor, sabía que Miguel era una persona enfocada y con metas establecidas, convicción de acero y no le desagradaba para nada, de echo en su vida que siempre había Sido un desorden, por primera vez le gustaba sentir que alguien lo ayudaba a tomar las riendas de su vida y lo apoyaba a ser mejor, o eso creía Miles que hacía Miguel con el.
Miles se subía al auto y saludaba al mayor con un beso rápido, que escaló pronto a algo más profundo mientras que Miguel acariciaba el muslo de Miles y lo apretaba con fuerza, el menor sabía que hoy no sería el día pero se conformaba con salir en compañía del mayor.
Mientras conducían ponían música en el estéreo del auto, los dos tenían gustos de música muy diferentes, Miles era un melómano, disfrutaba de cualquier canción con alegría y entusiasmo, disfrutaba ver las letras de las canciones e identificarse y a sus etapas en la vida con música, Miguel solo se concentraba en los ritmos, sonidos e instrumentos, tenía un oído absoluto, un talento nato para los instrumentos, pero a diferencia de ello, su gusto musical era cerrado a ciertos géneros que si bien no eran el punto favorito de Miles, le agradaba escuchar con tal de no llevarle la contraria a Miguel y aparentar más similitudes con el.
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Migajas de tu amor.
FanfictionMiles sabía que las cosas no iban a ser sencillas desde que conoció a Miguel, sabía que iba a tener que luchar si quería ganar ese lugar en su corazón, que anhelaba que solo lo mirara a él. Cuando se conocieron fue un clic instantáneo, las pláticas...