Eran las seis de la tarde cuando Jaeyun regresaba a casa después de un día muy agotador en su trabajo. Su labor era coordinar la producción en la fábrica de textiles y verificar que los otros trabajadores hicieran bien lo que les correspondía, llevándolo a estar caminando la mayor parte del día.
Cada día se levantaba e iba al trabajo con la motivación de que al regresar iba a estar con su ser querido, con la persona que solo bastaba mirarlo a los ojos para que su alma se llenara de energía y felicidad. Sentir su piel entre sus manos, mover los mechones de cabello que estorbaban su rostro por la mañana, verlo cómo disfrutaba comer su pan favorito y de cómo el mundo humano le despertaba su lado curioso, eran los pequeños momentos que siempre iba a mantener en él.
Ese día, una extraña y enorme nube gris apareció encima del pueblo, dándole un color distinto al lugar, como si el ambiente se hubiera tornado triste. Lo que estaba siendo aún más inusual fue que las calles estaban vacías para ser la hora en la que todos salían de trabajar e iban a sus hogares. No le tomó importancia.
Mientras más se iba acercando a su casa, cada paso se sentía inseguro. Al solo faltar dos cuadras, pudo ver que había una multitud de personas sobre su calle. Su estómago se sintió pesado.
Comenzó a caminar más rápido, con su boca seca, el corazón latiendo como si del aleteo de una abeja se tratase, sus manos temblando y un nudo en la garganta que le picaba. Pensó lo peor.
Todas estas sensaciones desaparecieron, ya no sentía nada cuando vio a Sunghoon con sus manos atadas detrás de él y con dos hombres sujetándolo sin gentileza.
Las personas se veían molestas, aterradas y preocupadas. Todos rodeando a su chico mientras le gritaban cosas horribles.
Si todo esto ya era lo peor que pudo haber visto, el rostro de Sunghoon lo encontró. Su mirada estaba apagada, sus cejas que tanto le gustaban se encontraban fruncidas mostrando miedo y su piel ya no era un blanco con tonos perla, ahora estaba opaca. Su corazón se rompió.
Corrió hacia el pelinegro pero un grupo de hombres lo detuvo; seguía jalándose para llegar con el pelinegro, sin embargo la fuerza de los contrarios era mucho mayor que la suya. Su cuerpo se llenó de impotencia y enojo que se formaron en lágrimas. Su vista se nublaba y cada vez se le hacía más difícil poder ver con claridad. Con su voz desgarrada llamaba a Sunghoon y este también lo llamaba pero ninguno podía avanzar.
Pedía que soltaran al chico y nadie lo escuchaba. No sabía qué hacer.
Siguieron los jaloneos y gritos, hasta que un hombre se paró frente a Sunghoon. Con su mano derecha sacó un arma de su bolsillo y apuntó hacia el chico delante de él. Con más desesperación, Jaeyun se movía buscando soltarse de los hombres que lo sujetaban y logró hacerlo.
Corrió lo más rápido que pudo y sonó el arma funcionar. Esta vez no pudo evitar que la bala llegara al cuerpo de Sunghoon.
Shim, con lágrimas bajando por sus mejillas, llegó a sostener a Sunghoon evitando que cayera al suelo. Su cuerpo pesaba y terminó arrodillándose con él entre sus brazos cuando un líquido color azul comenzó a salir de la herida en su pecho. El rubio trataba de hacer presión con una de sus manos temblando pero no paraba de salir lo que parecía ser sangre.
Sunghoon sabía que no se podía hacer algo y con calma subió su mano izquierda a la mejilla de Jaeyun quien se paralizó por el tacto. Acunó su rostro y le sonrió débilmente.
— Lamento que este sea nuestro adiós, amor mío. - su voz estaba débil.
— Esto no es ningún adiós.- Shim se quebró.— Vas a estar bien. - el rubio se negaba al final que iba a tener su historia.
— Gracias por todos los momentos que me hiciste vivir. Gracias por todo.
— Prometiste jamás dejarme.- Jaeyun ya no tenía control de sus lágrimas.
— Y perdóname por hacerlo. Vive y sé feliz, por favor.No podía responder, su respiración era agitada y estaba teniendo un ataque de pánico.
— Jaeyun, eres el primer y último ser al que amé. Te amo, mi amor.
Sunghoon ya no pudo escuchar las palabras que obtuvo de respuesta, su corazón había dejado de latir.
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𝑬𝒏𝒕𝒓𝒆 𝒎𝒂𝒓𝒆𝒔 || Jakehoon 𖧧
FantasiExisten miles de historias sobre sirenas y piratas, todas llenas de una enemistad entre ambos grupos pero muy pocos conocen la historia de Jaeyun y Sunghoon ♡