☆꧁༒☬Capitulo 10☬༒꧂☆

439 32 10
                                    

Capitulo 10: "Eres tu..."

En el vasto océano, con olas rugientes y una brisa salada que llenaba el aire. El leviatán, una criatura colosal y temible con escamas iridiscentes y dientes afilados, emergió de las profundidades, desafiante y listo para la confrontación.

En contraste, Chelsea, la sirena, irradiaba una belleza encantadora. Su cola de pez relucía con los tonos más vibrantes de rojo intenso, mientras que su cabello ondulado y brillante flotaba suavemente alrededor de ella.

En sus manos, Chelsea empuñando el tridente legendario. Este tridente, hecho de una combinación de conchas marinas encantadas y acero forjado por los dioses del océano, era su arma más poderosa. Cada punta afilada estaba imbuida con la energía del mar, capaz de canalizar su fuerza para derrotar a las criaturas más temibles del océano.

Preparándose para la batalla, el leviatán embistió con ferocidad de repente, creando una ola gigantesca que amenazaba con engullir a Chelsea. Sin embargo, con agilidad y gracia, la sirena logró evadir el ataque, deslizándose entre las crestas de las olas y escapando de las garras del leviatán. Luego, aprovechando su velocidad y destreza, Chelsea nadó hacia la espalda del leviatán, clavando su tridente con fuerza en su armadura escamosa.

El leviatán rugió de dolor y furia, retorciéndose y agitando su cuerpo gigantesco. Intentó deshacerse de Chelsea, pero la sirena se aferró valientemente a su tridente, manteniendo su posición con tenacidad. Con habilidad y estrategia, Chelsea aprovechó los puntos débiles del leviatán y continuó atacando, causando daños considerables a la criatura.

La batalla se prolongó, cada uno mostrando su fuerza y habilidades únicas. Chelsea utilizó su voz encantadora para distraer al leviatán, mientras esquivaba sus embestidas y contrarrestaba con precisos golpes de su tridente. A medida que la batalla avanzaba, el océano se convirtió en un campo de enfrentamiento tumultuoso, con remolinos y chorros de agua que se alzaban en el aire.

Finalmente, después de una lucha titánica, Chelsea encontró una oportunidad decisiva. Aprovechando un momento de debilidad del leviatán, canalizó todo su poder a través de su tridente y lo clavó con una fuerza implacable en el corazón de la bestia marina. Un destello de luz estalló en el océano, y el leviatán se hundió en las profundidades, derrotado.

Chelsea viendo que el leviatán se disponía a ir, ella se dejó llevar por las corrientes oceánicas, dejándose caer hasta el fondo del mar por el terrible agotamiento de la pelea contra el Leviatán.

Chelsea, sintiendo debilidad y una sensación desconcertante, se dio cuenta de que algo no iba bien. El tridente, que había sido su arma legendaria, comenzaba a ejercer un poder oscuro sobre ella. El color rojo que solía ser deslumbrante ahora se volvía cada vez más intenso, como si consumiera su alma misma.

En medio de su angustia, Chelsea recordó las advertencias sobre el tridente. Sabía que esta arma poderosa tenía el potencial de corromper a aquellos que no eran dignos de su poder. Pero en ese momento, la presencia opresiva en su mente la atormentaba y la incitaba a dejarse llevar por el poder seductor del tridente.

La sirena luchaba contra sus propios pensamientos y emociones. Por un lado, se aferraba a su amor por Ruby, ya que quería estar a su lado, recordando que debían de arreglar su relación. Por otro lado, el poder del tridente se volvía irresistible, tentándola con promesas de grandeza y dominio absoluto.

Mientras Chelsea se resistía a la influencia corruptora del tridente, su mente comenzó a ser atormentada por pensamientos recurrentes sobre el beso que había presenciado entre Ruby y Connor. La imagen se repetía una y otra vez en su cabeza, causándole angustia y confusión. Los sentimientos de Chelsea se encontraban en un torbellino de emociones encontradas.

Mareas Entrelazadas - Krakens vs SirenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora