Mareas Entrelazadas - Krakens vs Sirenas

☆꧁༒☬Capitulo 11☬༒꧂☆

Capítulo 11: "Dos Almas"

Chelsea apartó lentamente la mirada de los penetrantes ojos de Ruby, sintiendo cómo el rubor se apoderaba de sus mejillas. El corazón le latía con fuerza mientras intentaba contener su emoción. Ruby, por su parte, no pudo evitar soltar una risa melodiosa al percibir la actitud tímida de Chelsea.

"Ruby, ¿cómo lograste encontrarme?", preguntó Chelsea con un tono de sorpresa. Sus ojos se encontraron una vez más, pero esta vez fue Chelsea quien desvió la mirada, avergonzada por su propia reacción. Ruby se acercó a ella, con una sonrisa dibujada en los labios, y respondió: "Te estuve buscando en cada rincón, Chelsea. Me preocupaba profundamente cómo te fuiste la última vez que nos vimos".

Chelsea, con la mente revoloteando entre recuerdos y emociones, comenzó a recordar el inicio de aquel torbellino de eventos que las había llevado a este preciso momento. Una incomodidad sutil se apoderó de ella, haciéndola sentir vulnerable. Sin embargo, la necesidad de respuestas era más fuerte.

"Ruby, ¿y aquel beso?", balbuceó Chelsea, tratando de encontrar claridad en medio de la confusión. Ruby suspiró suavemente y, con una mirada llena de sinceridad, respondió: "Eso no significó nada, Chelsea. No siento nada por Connor, más que una amistad sincera. Él es un buen amigo, pero ya he encontrado a la persona a quien verdaderamente amo".

Antes de que Chelsea pudiera articular una palabra, Ruby la tomó suavemente por el rostro y depositó un beso fugaz en sus labios. El corazón de Chelsea comenzó a palpitar desbocado, sintiendo la calidez de aquel contacto tan esperado. El ambiente se cargó de electricidad y susurros inaudibles, mientras el mundo parecía detenerse a su alrededor.

El rubor en las mejillas de Chelsea se intensificó, pintando su rostro con tonos carmesí. Los pensamientos se agolpaban en su mente, abrumándola con la magnitud de lo que estaba ocurriendo. Sabía que su propia inseguridad había llevado a este estado de confusión.

Chelsea, todavía temblando por la vulnerabilidad de sus palabras, se acercó lentamente a Ruby. El latido de su corazón era tan fuerte que resonaba en cada fibra de su ser. Ruby extendió una mano temblorosa y acarició suavemente el rostro de Chelsea, dejando un rastro de ternura en cada contacto. El silencio entre ellas se volvió elocuente, transmitiendo más que cualquier palabra podría expresar.

Con un suspiro entrecortado, Ruby rompió el silencio. Su voz temblaba con una melodía cargada de emociones, mientras revelaba los tormentos internos que había soportado en la ausencia de Chelsea. "Cuando te fuiste... mi mundo quedó sumido en la oscuridad. Sentí cómo mi corazón se desmoronaba, sin esperanzas de volver a verte", confesó Ruby, su voz llena de una emotividad abrumadora. Cada palabra era como un susurro de redención, sanando las heridas que el tiempo había dejado.

Los recuerdos compartidos cobraron vida en su mente, como fragmentos de un tesoro precioso que había sido guardado en lo más profundo de su ser. Ruby habló de los momentos felices, de las risas compartidas y de los secretos confiados al otro. "Regresé a casa, y en medio de la soledad, reviví cada instante que pasamos juntas. Temí que todo se desvaneciera, pero entonces, como un milagro, te encontré", continuó Ruby, su voz cargada de una dulzura embriagadora.

Chelsea quedó suspendida en ese instante, incapaz de despegar los ojos de los de Ruby. El amor que sentía por ella se hizo más intenso, como si las palabras de su amada hubieran desbloqueado una corriente de felicidad pura en su interior. Cada palabra resonaba en su alma, nutriéndola de esperanza y renovando su fe en el poder del amor verdadero.

Ruby bajó la mirada por un momento, pero cuando sus ojos volvieron a encontrarse, la intensidad en ellos era inconfundible. "Al liberarte, experimenté una felicidad indescriptible", confesó Ruby, su voz temblorosa pero llena de determinación. "No pude evitar besarte en ese preciso instante".