El iba con el propósito de salvar a aquella persona que estaba por tirarse de un puente no sabiendo que a unos pasos se encontraba un vampiro aguantando a sus instintos.
-Te puedo dar mi sangre si tú me das tu corazón.
-No tengo corazón.
-Solo ámame...
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(...)
Cuando finalmente salió Jimin del baño, el pelinegro ya no se encontraba en la cama, sino en la puerta. Estaba a punto de abrirla más Jimin corrió y lo jaló hacia el.
Tal como lo había dicho antes, suele lastimarse y ser torpe un poco, casi nada. Justo como esa vez, ahora en el piso. Jimin cerro sus ojos ante el impacto, aunque no sintió dolor. Pues Taehyung había amortiguado su caída, poniendo sus manos al rededor de su cintura. Apretó sus ojos y sintió sus mejillas enrojecer en cuanto se dió cuánta en la posición. El arriba del pelinegro, con sus piernas a cada lado de las piernas contrarias. No olvidando que Jimin no traía pantalones, solo un buzo grande que le llegaba hasta las rodillas.
—¿Por qué siempre haces esto?
—¿Q-qué?
Se golpeó mentalmente por no poder hablar correctamente y sin ningún titubeó.
El pelinegro tan solo apuntó a ambos.
—N-no sé a qué te refieres.
Mordió su labio. La verdad no entendía.
—Vienen para acá.— musitó cambiando de tema.
—T-tu, ¿Cómo lo sabes?
—Un mago nunca revela sus secretos.— recitò tal cual le había respondido jimin. Guiño su ojo y sonrió.
