→ Tori Hānta es la segunda hija del líder de un poderoso y particular clan, ella siempre pensó que nació para convertirse en un Shinobi exepcional que sea capaz de seguir órdenes sin dudar, pero la llegada de personas muy particulares en su vida cam...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
── DESPERTAR──
Tori abrió los ojos de forma lenta y pausada, parpadeando varias veces intentando asimilar a su alrededor. Fue en un parpadeo que sintió un repentino cambio en su cuerpo; a su alrededor no había nadie más que ella. Se sentía extraña, como si la energía de su cuerpo fluyera de una forma sin igual, de una manera que nunca antes había experimentado.
De pie en medio de la niebla, podía observar pequeños huecos que revelaban un cielo azul y brillante. Era hermoso, una imagen que le resultaba sumamente cautivadora. Desde que era pequeña, había soñado con que Tairu creciera rápidamente para algún día volar junto a ella por ese cielo resplandeciente.
Entonces, como un destello en su memoria, se preguntó: ¿Dónde estaba? ¿Qué estaba sucediendo?
¡Tori!
Sus ojos empezaban a arder y se sentía horrible. A su alrededor, solo veía niebla o cielo, pequeñas redes de chakra. Su cuerpo se sentía pesado, hirviendo y demasiado eufórico. Sentía que en cualquier momento iba a estallar, y sus ojos iban a quemarse, o quizás primero, ella misma se los arrancaría.
Entonces, sintió una extraña presencia; el chakra a su alrededor se desvaneció, y todo se sumió en la oscuridad, excepto por una masa brillante de chakra de un tono rojizo amenazante.
¡Tori!
El dolor en sus ojos y en su cuerpo no se comparaba con la presión que le generaba aquella amenaza. Tenía miedo, pero no lo diría, ni aunque estuviera sola. Nunca lo diría en voz alta.
No sabía por qué estaba experimentando tanto dolor. Quería intentar usar algún jutsu, pero no pudo. Su cuerpo dolía más solo con intentarlo. Pero no se permitiría rendirse ante tal figura amenazante. Se arrodillaba en el piso retorciéndose ligeramente. Debía luchar, hacer algo, lo que sea.
¡Tori!¡Reacciona!
Cuando volvió a mirar su mano, tenía un kunai en la misma. Aferró más su agarre al kunai y, con dificultad, se levantó. Fue entonces que en su mente hizo eco aquella voz que llamaba su nombre con desesperación. Nuevamente, preguntas inundaban su mente; no entendía nada.
Miró el kunai y luego a aquella extraña figura. Lo siguiente que hizo fue clavar el kunai en su brazo. Fue en ese momento que reaccionó. Como una ola de información, su mente volvió al mundo real. Estaba siendo sujetada por Sakura y el constructor de puentes, quienes cayeron al piso por la fuerza que hacía para detenerla.
Frente a ella estaba Naruto, él era el que tenía esa energía amenazante, y ella estaba intentando clavar un kunai en el pecho de Naruto, específicamente en el lado de su corazón. La confusión y el miedo se reflejaban en los ojos de Tori, mientras la realidad volvía a tomar forma en su mente.
Las marcas de las mejillas de Naruto estaban más marcadas de los normal y en sus ojos lo único qe se reflejaba era odio y una ira inmensa, pero Tori no podía ver solo eso, veía demasiadas cosas que no sabía en que enfocar su vista, también podía observar la forma del mosuntruoso chackra de Naruto, era la de un zorro con muchas colas y a parte podía podía ver el chackra del rubio, el Uzumaki no le prestaba atención el quería atacar a Haku.
