- ɴᴜᴇᴠᴇ: ᴇʟ ᴇsᴛᴜᴅɪᴀɴᴛᴇ ϙᴜᴇ ɴᴏ ᴅᴜᴇʀᴍᴇ -

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Eunso se llevó una mano al rostro cubriendo nariz y boca, todo a su alrededor está en llamas, tose en repetidas ocasiones, su visión a ratos se vuelve borrosa. No es un incendio en su punto máximo, las llamas son pequeñas y todo se ha reducido a cenizas, no puede distinguir nada, dónde está, o que se supone que fue. Pues todo está lleno de humo, hecho cenizas. Avanza con cuidado, escucha crujir la madera quemada ante sus pasos lo que la hace temer, puede que en cualquier momento el lugar se desmorone y quede ella ahí atrapada entre todo el escombro. Sigue caminando con cautela, el respirar es cada vez más difícil, su garganta se reseca tanto al punto de incluso pasar saliva le arde.

Una de las paredes se desquebraja cayendo. Apresura su caminar ante el miedo de ser aplastada por la estructura, finalmente puede encontrar unas escaleras, o parte de ellas. Baja pegada a la orilla, ¿En qué momento llegó hasta arriba?

Sigue bajando, escucha el fuego consumir la madera, llega a un punto en dónde debe saltar, los escalones han sido consumidos en su totalidad. Por supuesto que está atemorizada, si no llega, caerá al vacío y morirá si no es por la caída, por asfixia. Su corazón late fuertemente contra su pecho lastimandola, ¿Cuándo se volvió tan miedosa?

¿En qué momento su vestimenta cambio? ¿Cómo es que no había notado el vestido largo?

Un cuadro que adornaba las escaleras cae a su costado, lo que la asusta haciendo que salte si más. Ha logrado llegar al otro extremo, cayó, pero no al vacío, sacude su vestido, su cara se ha llenado de bulla. Se vuelve a poner en pie. Levanta su vista a su alrededor, aún cuando todo está cayendo a pedazos, ahora puede lograr indentificar la estructura, parece ser una casa con la clásica arquitectura de los finales del siglo XIX, su vestimenta también parece ser de esos años.

Continúa bajando, está por llegar a la planta baja, cuando un cuadro a medio consumir capta su atención. A pesar del fuego aún puede distinguirse la figura pintada en él, está por tomar el cuadro, cuando escucha la puerta principal abrirse. El fuego vuelve a tomar fuerza.

— ¡Corre! —. Escucha una voz masculina gritar desde abajo.

Baja apresuradamente, entonces cuando está por llegar, una mano rodea su muñeca tirando fuertemente de ella, la jala por lo que debió ser el salón, lo atraviesan y luego, salen por la puerta en dónde son recibidos por el frío. A dentro arde como el mismo infierno, mientras que el exterior atraviesa por un frío invierno.

— Toma.

Se ha encogido por el frío, él coloca su gabardina por encima de sus hombros aminorando el frío. Él también viste como un caballero del siglo XIX.

— Gracias —. Dice, puede notar vaho salir de su boca.

Se abraza así misma, escucha aún la madera consumirse, como cruje ante el fuego y como van cayendo a pedazos lo que antes debió ser una mansión. Voltea a ver a Jay quien en ningún momento ha apartado la vista de la casa. Su mirada está perdida, lo ve pasar saliva, se lleva las manos a la cintura y luego suspira.

Recuerda el cuadro que vió antes de salir de la casa, era Jay en medio de un kiosko junto a una dama abrazada de su atebrazo. Tiene ganas por preguntar por ello, pero se hace la idea de la casa que arde en llamas debe ser la de Jay por lo que mejor prefiere callar.

— ¿No sería mejor estar en primavera? —. Bromea.

Es un sueño, así que estado él a su lado, pueden mover todo a como se imaginen sin ningún límite. Pero él no responde, sigue observando la mansión consumirse por el fuego, lo condena amistosamente para llamar su atención, y cuando nota como una lágrima baja por su mejilla, es hasta entonces que él le responde sin un apice de emoción alguna.

𝐍𝚒𝚗𝚐𝚑𝚖𝚊𝚛𝚎𝚜 𝐈𝚗 𝐏𝚊𝚛𝚊𝚍𝚒𝚜𝚎 || ᒍᴀʏ 𝐏ᴀʀᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora