Fanfic basado en la película Titanic.
Valerie era la princesa de Dinamarca, y se empecinó en subir a bordo del Titanic, más bien, su madre se empecinó en ello. Subió así a su hija, Valerie, su marido, y una familia amiga. Por suerte, su mejor amiga...
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Valerie Dawson estaba escuchando la televisión mientras su abuelo, Jack Dawson, superviviente del Titanic, estaba a sus cosas. Pero, de repente, éste escuchó algo que le resultó de sumo interés.
― Supongo que todos han oído hablar de las historias del Titanic; las personalidades que viajaban, la orquestra que tocó hasta el último momento... Pero lo que a mí me interesa, son las historias que desconocemos. Hay muchos secretos que se ocultan en el casco del Titanic. Usamos alta tecnología robótica para penetrar en las murallas del barco, algo que no se ha hecho jamás.
― Su expedición ha originado cierta polémica sobre los derechos de los objetos recuperados e incluso de la ética. Algunos le llaman ladrón de tumbas.
― ¿Qué te ocurre? -Preguntó su nieta, al ver la cara, completamente en shock, de su abuelo.
― Sube el volumen, pequeña.
― Tengo expertos en museos para asegurar que estas reliquias sean adecuadamente conservadas y catalogadas. Miren este par de dibujos que encontramos hoy, juntos, dentro de la misma caja fuerte y conservados completamente. Llevan 84 años bajo el agua. Mi equipo logró conservarlo intacto. ¿Debería, quizás, haber permanecido oculto en el fondo del mar por toda la eternidad? Gracias a Dios, ahora podemos verlo y disfrutarlo.
Jack no podía creerlo, era el dibujo que había hecho de aquella mujer... La que siempre recordó como el amor de su vida, aún y haberse casado con otra mujer. Jamás había olvidado a su primer y verdadero amor. Y el otro dibujo era el que ella había hecho de él... Ambos poseían el mismo amor por el dibujo y el arte.
― Es increíble... -Musitó.
Jack decidió llamar de inmediato al hombre que estaba a cargo de todo eso, el que había salido en televisión. Quería ver ese dibujo en persona, aunque sea una sola vez más.
― ¿Señor Dawson? -Preguntaron al otro lado de la línea.
― Me preguntaba si ya habían encontrado el "corazón del océano".
― Muy bien, tienes mi atención, Jack. ¿Sabe quiénes son los que aparecen en los dibujos?
― Oh, desde luego. El hombre del dibujo soy yo, y la mujer fue dibujada por mí.
Inesperadamente, le creyeron. Un helicóptero fue a buscarle y le llevó a él y a su nieta al barco donde se encontraba el hombre, y los dibujos. Le permitieron verlos, mantenidos bajo el agua, en una caja transparente, de cristal.
Un flashback de los ojos de su amada pasó por su mente... Aquellos ojos que parecían tan comunes, y a la par, tan únicos. Pero el hombre que tenía delante estaba más interesado por la gema de ella, y no tanto por sus ojos.
― Luis XVI usaba una gema fabulosa llamada El Diamante Azul de la Corona. Desapareció en 1792, en la época en que Luis perdió todo de cuello para arriba. La teoría es que también cortaron el diamante de la corona. Le dieron forma de corazón y lo llamaron "El Corazón del Océano". Hoy valdría más que el diamante "Hope".
― Ella lo odiaba, decía que era horrible y pesada. Sólo lo llevó aquella vez.
― ¿De verdad crees que eres tú? ¿Y que dibujaste el otro? -Preguntó mi nieta.
― ¿No era guapo? -Bromeó.
― Lo rastreé a través de registros de seguros. Un viejo reclamó que se solucionó bajo condiciones secretas. ¿Puede decirme quién era el demandante?
― Me imagino que alguien llamado White.
― Nathan White, correcto. -Habló el ayudante del hombre, con una sonrisa.
― Magnate del acero de Pittsburgh. Era por un collar que su hijo Louis le regaló a su prometida, la chica que usted dibujó, una semana antes de zarpar en el Titanic. Se presentó enseguida después del naufragio. Así que el diamante tuvo que hundirse con el barco. ¿Ve la fecha? -Preguntó, señalando el dibujo.
― 14 de abril de 1912. -Leyó en voz alta, su nieta.
― Así que, si su abuelo es quién dice ser, y dice la verdad sobre la señorita... ella llevaba el diamante el día que se hundió el Titanic.
― Y eso te convierte en mi nuevo mejor amigo.
Luego fuimos a una sala, dónde un hombre de pelo largo empezó a explicar cómo y qué pasó con el Titanic. Cómo se partió en dos mitades, cómo se hundió... Pero vivirlo no tenía nada que ver con como lo explicaban terceras personas.
― Interesante, ¿no?
― Gracias por ese excelente análisis científico, señor Bodine. Claro que, la experiencia en sí, fue... algo diferente.
― ¿La compartiría con nosotros?
― Por supuesto.
― Dame la grabadora.
Todos se sentaron alrededor de Jack y pusieron en marcha la grabadora. Él iba a revelar todo lo sucedido, desde que ganó los tickets para poder zarpar en el barco, hasta que sobrevivió en el agua cuando apenas nadie pudo hacerlo.
― Cuéntenos. Señor Dawson, ¿podría contarnos cómo sobrevivió al hundimiento del Titanic, siendo de tercera clase?
― Un ángel.
― Cuéntenos más, Jack.
― Han pasado 84 años...
― Está bien, sólo intente recordar cualquier cosa, lo que sea.
― ¿Quiere oír esto o no, señor Lovett? -El hombre sonrió, y, entonces, él empezó a contar la historia-. Han pasado 84 años y todavía recuerdo la emoción al subirme al barco, siendo pobre, pero lo logré. Me sentí el rey del mundo. Nunca se había usado esa vajilla, nadie había dormido entre esas sábanas... Al Titanic se le llamaba "El Barco de los Sueños", y lo era. Realmente lo era... porque allí conocí un sueño.
Y él tuvo que dar un salto en el tiempo para poder contar la historia como es debido. Pues sería la última vez que la contaba. Pero, para él, era más mi historia que la suya...
Y, por eso, os la contaré mientras él también lo hace.
ATT: Este acto es muy corto, ya que es sólo la introducción a los demás, que serán mucho más largos que éste. Pero, gracias a este, podemos entender que todo se trata de ellos dos explicando la historia, por eso es necesario. <3
