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Desperté con unas caricias en mi abdomen desnudo, abrí con lentitud los ojos, notando a la rubia a mi lado, como siempre lo ha hecho al despertar a mi lado, no se resistió en acariciarme

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Desperté con unas caricias en mi abdomen desnudo, abrí con lentitud los ojos, notando a la rubia a mi lado, como siempre lo ha hecho al despertar a mi lado, no se resistió en acariciarme. Sonreí más que feliz, me tiré sobre ella permitiendo el contacto de nuestras pieles, sus brazos me rodearon mientras la besaba en todo el rostro somnoliento.

—¿Cómo amaneciste?—preguntó, tocando mi trasero, ahora estaba sentada encima suyo con comodidad.

—Me duele un poco, pero mentiría al decir que no me agrada.

—Creo que eres masoquista.—rió, golpeando donde antes masajeaba, al contrario de molestarme eso me agradó más, caí sobre su pecho y besé su lastimado cuello, creo que anoche me excedí con las mordeduras, la pobre tiene toda su piel llena de manchas rojas y moradas, será difícil de ocultar.

—Puede ser, pero solo me gusta que tú me maltraste.

Con solo recordar como anoche cumplió cada una de mis fantasías algo en mi salta de felicidad, Jeongyeon escuchó cada pedido mío y lo hizo a la forma que quería. ¿Que si eso es amor? Si no lo es, no se lo que será. El hecho de que mi inocente novia haya probado algo nuevo solo por mi me llena el pecho de orgullo, nosotras somos muy diferentes, sobre todo en actitud.

Yo soy más sádica, y ella es un ángel caído del cielo.

Me encantaría corromperla.

Me encantaría corromperla

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I want to fuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora