Londres, Inglaterra
Agosto 8, 1980
A pesar de la festividad del día Londres seguía siendo Londres. La lluvia cubría la ciudad pero esta vez no era ligera, era una verdadera tormenta que estaba causando bastante tráfico por las calles.
Sirius estaba entrando en desesperación dentro del taxi que había abordado para llegar a la cafetería Rabbit Hole. Estaba llegando tarde al cumpleaños 19 de su hermano, había sido su culpa en primer lugar olvidar el regalo de Regulus en su departamento pero era muy difícil hacer tantas cosas a la vez. Tuvo que trabajar mucho la noche anterior y se había despertado tarde lo que había retrasado todo el proceso de su día.
Otro claxón sonó por detrás del auto donde iba Sirius, eso le causo más estrés, aún estaba lejos y no quería decepcionar a su hermano. Después de 5 minutos sin moverse decidió rendirse y mejor relajarse en su asiento para no terminar con dolor de cabeza.
Miro por la ventana aun sorprendido de todo lo que había pasado en sus vidas después de esos años. Parecía un sueño ideal y a veces tenía miedo de despertar porque lo bueno no podía durar para siempre, sin embargo estaba feliz de estar viviendo como siempre había querido.
Por fin el taxi se movio y en 20 minutos Sirius ya estaba en el Callejón Diagon, con cuidado de no mojarse corrió hasta el local donde estaba Rabbit Hole. Cuando se acerco a la puerta vio a través del vidrio a sus amigos, su novio y su hermano, todos hablando entre ellos; casi podía recordar la primera vez que estuvieron así.
Con una enorme sonrisa entro al local. Todos lo miraron con alegría, Regulus se levanto de inmediato de su silla y corrio a abrazarlo, ya no parecía ese adolescente delgado y pequeño que era hace un tiempo. Su piel ya no parecía demasiado pálida ni se veía serio a todas horas, era un chico diferente y eso hacia feliz a Sirius.
—¡Feliz cumpleaños hermanito! —exclamo antes de abrazarlo con fuerza.
—Gracias Siri —respondió Reggie riendo tratando de no morir asfixiado—. ¿Cuándo dejarás de decirme hermanito?
—Nunca siempre serás el menor.
—¡Pero ya soy un adulto!
—Sí pero sigues siendo pequeño.
Regulus le dio un zape antes de soltarse con facilidad, Sirius le extendió su caja de regalo nervioso por saber si le gustaría su regalo. Su hermano lo abrió con rápidez, se quedo unos segundos viendo el interior y luego solto un pequeño grito sacando de su interior un pequeño muñeco de trapo que era una versión miniatura de él jugando con su equipo de Quidditch.
—¡Es hermoso! ¡Mira Jamie! —Regulus fue hasta su novio y le mostró todo. Ese era el trabajo que había tenido Sirius el día anterior.
—Valio la pena desvelarnos —dijo Remus acercándose a besar la mejilla de su novio—. Se ve feliz con su Reggie mini.
—Lo sé, sabía que le gustaría tenerse así mismo. Tiene mucho ego Black.
—¡Lo sabemos! —dijeron Barty, Severus y Lucius a la vez. Los merodeadores rieron con ganas al oírlos, nunca dejarían de creer que los Black tenían mucho ego.
—Ahora sientate que ya esta la comida —dijo Peter acercándose a la cocina.
Sirius fue hasta la mesa donde Remus le había guardado un lugar. Amaba ir a ver a Peter y Barty a su cafetería, era un lugar bastante moderno y con un ambiente alegre que causaba que mucha gente, tanto adultos y jovenes fueran seguido al lugar. Regulus se sento junto a James aun sosteniendo su regalo con una enorme sonrisa.
—¿Qué le regalaste Prongs? —preguntó Sirius sonriendo orgulloso por su regalo.
—Su nueva escoba —dijo James tranquilo—. Para la próxima temporada.
—Buen regalo, ya veremos si le compraste una buena escoba.
—Claro que le compre una buena escoba, quiero que mi novio gane.
—No empiecen a pelearse por quien es mejor para Reg —intervino Lucius desde su lado de la mesa.
—¿Irán a verme en el primer partido? —preguntó Reg a todos en general.
—Por supuesto.
—Claro que sí —dijo Severus mirando a Reg. El tiempo había pasado pero esa amistad no había cambiado.
Ninguno se había sorprendido cuando, después de Hogwarts, Regulus había sido buscado por un equipo de Quidditch profesional para ser su buscador. Aun no habían conseguido ganar título pero ya se estaban acercando y el talento natural de Reg ayudaba mucho al equipo.
Barty regreso con varios platos y detrás de él Peter llevaba más comida. Dejaron todo en la mesa para comenzar a festejar a Regulus, todos poco a poco iban conversando de como iban sus vidas en esos momentos.
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Holi, aquí un pequeño prólogo antes de iniciar esta historia para que no olviden que se viene esta segunda parte. Gracias por leer mis locuras y esta saga en particular que me ha hecho muy feliz en estos meses y que espero disfruten tanto como yo.
Ahora se vienen pequeños anuncios, esta historia junto a Amor en la oscuridad, serán pausadas brevemente porque quiero seguir otros fanfics pero me gustaría que me dijeran si prefieren que actualice uno o ambos a la par porque así decido como se irán escribiendo. Por mientras espero disfruten de este pequeño capítulo y los demás fanfics que tengo.
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Amor en Londres #2
FanfictionSer adulto no es fácil. Los merodeadores lo saben muy bien, ahora todos están buscando cumplir sus sueños y mantener sus relaciones estables pero la vida nunca es sencilla, problemas seguirán llegando a sus vidas sólo que ahora no están en un castil...