5. Incógnitas

36 8 9
                                    




Londres, Inglaterra

Agosto 15, 1981

Para nadie fue una sorpresa que James ya tuviera todo preparado para festejar con Reg en su casa. Todos sabían con certeza que James Potter se desvivía por hacer feliz a Regulus, desde una simple comida a la casa más bonita que encontraron, todo eso no era problema para el hijo de los Potter y eso había contribuido a que terminaran viviendo en una hermosa casa con el tamaño para albergar a unas 15 personas a la vez.

Cuando regresaron a la casa tanto Sirius como James fueron a ayudar a Mia para preparar algo rico de cenar para todos los que habían ido. A los señores Potter no les importaba nada que su familia ahora tan grande como dos equipos de quidditch, de hecho aprecia gustarles demasiado y aunque sabían que era una opción difícil querían saber si alguno de aquellos chicos tendría hijos.

—Te verías muy bien de padre —le dijo Mia a James mientras ella empezaba a cocinar.

James, que tenía un vaso de agua en la mano, casi se ahogó al oír a su madre.

—¡Con mi hermanito no! —exclamó Sirius mirando a James—. Nada de embarazos adolescentes en esta casa.

—¿Sabes que no puedo embarazar a Reggie verdad? —preguntó James confundido.

—Es verdad... pero de todas formas, no tan pronto, aún es muy joven.

—Oh claro —intervino Mia riendo un poco—. No me refería a este momento pero sí sería lindo que alguno de mis hijos, ya saben, tuviera algún bebé.

—Sería muy bonito —admitió James pensando en eso.

Regulus y James no lo habían pensado nunca, parecía una idea interesante aunque ninguno estaba realmente interesado en ser padre o al menos eso creía James. No era un tema hablado entre ambos y estaba seguro de que los demás tampoco lo habían considerado.

Los tres se pusieron manos a la obra para preparar la comida y algunas cosas extra para su festejo. En un momento se añadió Severus para ver en qué podía ayudar, era algo aún sorprendente, Severus junto a los dos chicos que más "odiaba" pero entre ellos eso había cambiado. Sev y James se llevaban muy bien, hablando de muchas cosas cuando conviven y en el caso de Sirius seguía molestando un poco al slytherin pero en el fondo los dos sabían que se apreciaban.

—¿Entonces por qué estás aquí? —preguntó Sirius mirando a Severus.

—¿Festejar a Reggie?

—Lo que Sirius quiso decir es, ¿Qué haces en la cocina? —preguntó esta vez James.

—Solo pensé en ayudarlos.

Los dos lo miraron sin creerle en lo absoluto y entonces suspiró un poco.

—Quería... Librarme un poco de Lucius —admitió sin verlos.

—¿Algo anda mal, Sev? —Mia se acercó a él y los dos chicos hicieron lo mismo.

—No, no es malo o al menos no lo creo —dijo mirando a las tres personas frente a él. Se sentía tan extraño y tan familiar volver a estar juntos, le recordó a Severus esos momentos donde los Potter lo acogieron, donde lo hicieron parte de su vida sin importarles nada.

—¿Qué te preocupa?  Sabes que puedes contar con nosotros —dijo James sonriéndole para animarlo.

—No me siento bien en la mansión, estoy solo todo el tiempo y Lucius está siempre trabajando. Es demasiado aburrido no hablar nunca, pasó tanto tiempo en mi mente.

—¿Se lo has dicho? —Sirius lo miró comprensivo y tratando de buscar cómo ayudarlo—. Tal vez eso podría ayudar.

Severus negó mirando a Sirius.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Amor en Londres #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora