2. Dependencia Emocional.

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NO PUEDO DARTE UN HIJO
PERO LO VOY A INTENTAR.
PORQUE SI NO SOY TUYA.
¿QUÉ SOY?

Narra Thing:

Ok
¡hagamos esto! 

Mi nombre es Thing, una creación singular nacida por la colaboración entre una científica apasionada por la tecnología y una "hechicera". Mi razón de ser es clara: satisfacer las necesidades y velar por el bienestar de Miguel O'hara. Un hombre que estaba a punto de sucumbir a su lado arácnido y Enigma, Siendo el único hombre "Enigma" en un mundo lleno de personas normales y fuera del Omegaverse anhelaba desesperadamente un confidente con quien liberar las tensiones que lo acosaban. Durante un extenso periodo de tiempo, me convertí en su refugio de serenidad y en el soporte que lo mantuvo a flote en medio de la tormenta que amenazaba con consumirlo.

Fui su compañera sexual durante mucho tiempo.

Lo hicimos una vez.
Lo hicimos otra vez...
Y otra vez..
Y otra vez...
Bueno, lo hicimos muchas veces en realidad.
¡Pero creo que de eso no se habla!

Nos enamoramos, me propuso matrimonio y nos casamos. Mi vida con él era perfecta Cocinabamos juntos, Cenábamos juntos, charlabamos durante horas siempre, era la vida perfecta... Hasta que un día Miguel encontró un universo en donde él tenía una hija y una familia. Llegó a casa diciendo algo que no logro olvidar "Quiero tener una familia"
Acepté feliz, después de todo mi único propósito en la vida era hacerlo feliz. ¡Ambos estábamos muy ilusionados! Miguel compró una casa muchísimo más grande que la que teníamos ¡necesitábamos espacio para los hijos que vendrían!

Pero no todo es color de rosa...
Angie nos hizo poner los pies en la tierra luego de la noticia "Tú no tienes útero" "Jamás podrás tener hijos"
Fue ahí cuando mi vida amorosa con Miguel terminó...

Él me alejó, se volvió distante y frío conmigo. Casi nunca estaba en casa y sólo me llamaban a la base spiderman cuando había heridos después de las misiones. Habían descubierto que mis pastelitos o brownies ayudaban con la rápida curación en las heridas o fracturas de los spidermans. Creí que lo peor ya había pasado, pero una noche Miguel me llamó y me entregó su anillo de matrimonio, mi mundo se derrumbó.

¿Quieres que me vaya?—  el miedo se apoderó de mí, logré tranquilizarme un poco cuando él negó con la cabeza.

Puedes quedarte aquí. Soy yo quien se va.

Miguel... ¿Qué estás diciendo?— Sentí cómo mi sistema se alteraba y mis "nervios" se crispaban. No podía permitirle hacerme esto. —Miguel... por favor, no te vayas...Eres todo para mi— Intenté retenerlo sujetándolo del brazo, pero él me empujó bruscamente, haciéndome caer al suelo.

¡Suéltame! No me sigas, es una orden directa. — me quedé inmóvil, incapaz de desobedecer sus órdenes, él tenía un control absoluto sobre mis acciones. Intenté hacerlo cambiar de opinión, le gritaba y suplicaba con todas mis fuerzas que se quedara conmigo.  A pesar de mis súplicas y gritos desgarradores, él se alejaba dejándome atrás en un mar de angustia y desesperación.

¡Por favor! ¡No me abandone! ¿Qué hice mal? Si hice algo fuera de su agrado dígamelo. Prometo ser buena... — Grité desesperadamente mientras seguía de rodillas. Él se marchó sin siquiera mirarme. Quería llorar, pero mi sistema no tenía esa opción. Observé impotente cómo se alejaba, rogando en silencio que no me abandonara. ¡Fui creada para él! Sin él, mi existencia carecía de sentido alguno. 

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