Una historia en donde Miguel O'hara, lejos de ser el héroe se convierte en el villano.
"Thing"
Es una Cyborg creada especialmente para servir y complacer sexualmente a Miguel O'hara durante sus ciclos de celo. Su deber es hacer siempre lo que se l...
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— Y con esto todo queda perfecto…
Thing miró con asombro la mesa que ella misma había decorado con mucho empeño y amor. La cena ya estaba servida, lista para compartirla con el hombre que amaba. Miró la hora dentro de su sistema emocionandose al darse cuenta de que Miguel llegaría pronto.
— Vendrá en un momento — anunció para sí misma. Caminó hacía la puerta, esperando con emoción a que su esposo llegara, actuaba como un cachorro que esperaba ansiosamente la llegada de su dueño. Su emoción creció al escuchar las pisadas acercándose.
La puerta se abrió dejando entrar al Enigma al hogar.
— ¡Mi señor! ¡Bienvenido! — Lo recibió con entusiasmo. Él sólo asintió y siguió caminando.
— ¿Ya preparaste la cena? — preguntó al sentir el delicioso aroma de la comida. Ella asintió y lo guió hacía la mesa ayudando a que se sentara.
— Preparé su comida favorita para celebrar la ocasión.
Miguel la miró con duda.
— ¿Qué estamos celebrando?
Ella se acercó con un molde de pastel en las manos y lo colocó sobre la mesa.
— Mi cumpleaños, sé que no tuvo tiempo de organizarme una fiesta o de darme un regalo. Así que yo misma decoré con globos y me preparé un pastel. ¡Tara! — le quitó la tapa al molde sobre la mesa mostrando un pastel lleno de crema batida.
— Sabes que tienes prohibido comer cosas dulces. — le recordó.
— ¡Lo sé! Es un pastel de gelatina sin azúcar. — aclaró mientras le colocaba cuatro velitas al pastel y las encendía. — ¿Podemos cantar la canción que se acostumbra a los cumpleañeros? Preparé varios sabores, en caso de que quiera un sabor diferente.
Miguel suspiró con molestia, sus ojos se dirigieron a un lugar vacío en la mesa que tenía un plato extra.
— ¿Esperas a alguien?
— Le pedí a Lyla que entregase una invitación a Gwen, pero al parecer no pudo venir.
— ¿Invitaste a esa mocosa a mi casa? Sabes muy bien que no la quiero cerca.
— Bueno… creí que quizá si nos conocíamos mejor, podríamos ser amigos… Pero después de lo que sucedió hoy, no creo que sea una buena idea ser su mamá, usted tuvo razón y ella no me quiere cerca, aunque me gustaría que nos lleváramos bien.
— Jamás podré llevarme bien con la rubiecita… y menos si sigues con la idea de adoptarla. Ella jamás remplazará a Gabriela. — La mirada del enigma se oscureció, Thing supo que debía cambiar de tema de inmediato o terminaría en desastre.
— ¿Quiere vino? — destapó la botella y sirvió un poco dentro de una copa. — Está delicioso.
— ¿Por qué cada vez que menciono a Gabi tienes que hablar de otra cosa?
