BREAKING THE ROPES

4. ¿Putazos O que?

Hobie y Pavitr permanecieron en la enfermería durante hora y media, sometiéndose a una exhaustiva revisión médica para asegurarse de que no representaban un riesgo de contagio para los demás. Tras el minucioso examen, finalmente los dejaron marchar. Hobie mantenía el anillo resguardado en su bolsillo, decidido a entregárselo a Hurrem solo en caso de que ella lo necesitara; de lo contrario, no veía motivo para utilizar un símbolo que lo vinculaba a la propiedad de O'hara. Para él, el matrimonio no era una institución destinada a esclavizar o imponer reglas, como O'hara parecía creer. En su opinión, el verdadero amor y la lealtad hacia la persona amada eran lo que mantenían unida a una pareja, no un simple anillo.Mientras caminaban juntos, Pavitr acompañaba a Hobie. Al ingresar al laboratorio, la vieron a ella: sentada con los brazos cruzados, perdida en sus pensamientos. El corazón de Hobie se calmó al ver que estaba bien, sorprendiéndose de cuánto le importaba su bienestar sin siquiera darse cuenta. Al notar su presencia, ella rápidamente cubrió su cuello con su largo cabello en un intento por ocultar algo.

— ¡Es un alivio que estés bien! me preocupé mucho cuando dijeron que tu sistema estaba fallando.

— Fue una falsa alarma, estoy bien — no mintió, Angie no había encontrado ningún error en ella. Eso la preocupaba enormemente, si seguía fallando se apagaría.

— ¿Qué fue lo que sucedió? — preguntó Pavitr mientras se sentaba en la camilla junto a ella.

— Angie me informó que no encontró ningún error en mi sistema, todo está en perfectas condiciones, quizá sólo he estado bajo mucho estrés, sólo sufrí un sobrecalentamiento ¡ahora estoy en perfecto estado! Sigo siendo útil — rió de manera nerviosa mientras se ponía de pie. — Ya podemos salir de aquí. — . Para los demás, aquel lugar era simplemente el área de mantenimiento, pero para ella era un constante recordatorio de que no era humana. Todos los días en la base Spiderman observaba piezas de máquinas dispersas por el suelo, nunca lo expresaba en voz alta, pero el imaginar formar parte de esas piezas le aterraba. Sentía miedo, no quería ser desechada.

— ¿Estás segura que puedes caminar? ¿Necesitas que te cargue?  — Hobie se acercó a ella tratando de estar cerca por si ella llegaba a necesitar ayuda

—Estoy bie—  Antes de que pudiera terminar la frase, una intensa y desgarradora descarga eléctrica recorrió cada fibra de su ser, retorciendo su cuerpo en un dolor insoportable. Un grito agudo y desgarrador quiso escapar de sus labios, sin embargo se mordió los labios con fuerza para no gritar. El silencio y las llamas del tormento eléctrico consumían su ser. Sus músculos se contrajeron violentamente, su piel ardiendo como si mil agujas incandescentes se clavaran en ella. Cada segundo se sentía como una eternidad de sufrimiento.

— ¿Qué sucede? ¿Estás bien? — preguntó el mayor con preocupación, Thing trató de responder para no preocuparlo, fue silenciada de nuevo por el mismo dolor y sufrimiento que había experimentado segundos antes.

El miedo la consumía lentamente mientras se preguntaba que estaba haciendo mal, pues ella recibía ese castigo constantemente cada vez que desobedecia una orden de su esposo, pero ahora no encontraba una explicación que justificara el castigo ¿era acaso otra falla?

Su "cerebro" hizo un "click" cuando recordó el mandato que Miguel le había dado la noche anterior.

"No quiero que le hables. Es una orden"

Después de desobedecer a Miguel, su propio cuerpo la castigó con una descarga eléctrica. Sacudió la cabeza en señal de negación, evitando hablar de nuevo. Hobie y Pavitr la observaban con preocupación, deseando brindarle apoyo pero desconcertados por lo que le sucedía. Ella se sentía incapaz de explicar la situación, atrapada en un silencio angustioso. Sin embargo, una idea surgió en su mente. Siempre llevaba consigo una libreta donde anotaba pensamientos e ideas interesantes. A pesar de la disponibilidad de tecnología para registrar información, ella prefería plasmar sus pensamientos en papel. Rápidamente sacó la libreta y escribió algo en ella, mostrándoles luego el mensaje a ambos con gestos de urgencia.