Capítulo 11

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Eunwoo se tomó su tiempo en volver al departamento. No sabía si podía encarar a Myungjun; no así, al menos. No cuando estaba llorando demasiado y limpiándose los mocos de la cara. Estaba hecho un desastre, se sentía como uno y ya extrañaba a Minhyuk, incluso después de haber pasado horas desde su despedida. Quería desesperadamente regresar al departamento de Minhyuk, quería sostenerlo en sus brazos, mantenerlo junto a él para siempre. Minhyuk seguramente también quería eso.

Minhyuk estaba enamorado de él. Y él estaba enamorado de Minhyuk.

Se sentó en una banca de un parque cercano, lamentando todo lo que tenía y había perdido. Sabía que había sido un completo idiota al haberse enamorado de Minhyuk. Debió de haber mantenido su distancia y trabajar en encontrar a alguien para Minhyuk, como se suponía. En lugar de eso, había arruinado todo. Había lastimado a Minhyuk y a Myungjun al mismo tiempo.

Era un terrible Ángel Guardián. Pensó en renunciar a su cargo. Podría ser un ángel de menor rango, haciendo recados y otras cosas para los demás. Así se mantendría lejos de la tierra, también, para evitar arruinar la vida de otro pobre humano.

El sol empezaba a ocultarse y Eunwoo sabía que tenía que ir a casa. No podía seguir hundiéndose en la miseria. Tenía que descifrar, junto a Myungjun, alguna manera de regresar al Cielo. Así que se limpió las lágrimas, se levantó y caminó hacia su hogar, tratando de no recordar la mirada destrozada que Minhyuk le dió cuando le contó toda la verdad. Desafortunadamente, eso era lo único que tenía en la cabeza, por más que tratara de olvidarlo. Para cuando llegó a su departamento, estaba llorando de nuevo ─ no tanto como antes, y se limitó a tomar respiraciones temblorosas y continuar limpiando las lágrimas de su rostro. Se preguntaba si Myungjun se reiría de él, o si Minhyuk lo miraría con lástima. Se preguntaba si Myungjun tenía un increíble plan para volver a casa, o si tenían que seguir buscando alguna pareja para Minhyuk.

Se preguntaba si Minhyuk lo extrañaría tanto como Eunwoo lo extrañaba.

No podía dejar de pensar en Minhyuk. Sabía que le tomaría tiempo olvidarlo. Se preguntó si en algún punto de su vida lo olvidaría. Minhyuk era hermoso, increíble y fuerte; Eunwoo lo amaba tanto que pensó que su corazón estallaría en su pecho, lleno de todo el dolor que sentía por perderlo.

Limpió su rostro una vez más y abrió la puerta de su departamento. Normalmente anunciaba su llegada a Myungjun, pero esta vez no podía hacerlo. Su voz iba a quebrarse. Sonaría ridículo. Tenía que ocultar su tristeza lo mejor que pudiera.

Myungjun llegó a saludarlo, mirándolo con ojos sorprendidos. "Eunwoo," siseó, "Una Virtud está aquí."

Eunwoo se congeló. Miró a Myungjun, incapaz de descifrar si estaba feliz o enojado. "¿Una Virtud?" repitió, pensando en los majestuosos ángeles que tenían dominio sobre los Ángeles Guardianes. "¿Qué? ¿Por qué?"

"Vino a llevarnos de vuelta al Cielo."

"¿Llevarnos...?" Eunwoo se quedó boquiabierto. "Pero yo no... ¡no he completado la misión!"

"Vamos," Myungjun le dijo, y antes de que Eunwoo pudiera retirarse los zapatos, Myungjun lo arrastró hasta la sala de estar. En efecto, una Virtud estaba frente a ellos, alto y estoico. Se veía muy fuera de lugar en su hogar terrenal. Eunwoo hizo una reverencia y aprovechó que su rostro estaba oculto para limpiarse las mejillas y los ojos una vez más. Cuando se levantó, la Virtud le ofreció una sonrisa.

"Felicidades," el ángel dijo. "Completaron la misión y ahora pueden volver al Cielo."

"¿Volver... al Cielo?" Eunwoo repitió, incapaz de creer lo que la Virtud decía. "Pero yo... no terminé la misión."

adagio; cha eunwoo & rocky (chaky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora