Dicen que de los errores puedes aprender
Pero, ¿qué pasa cuando un error te cuesta la vida?
¿Cómo aprenderás de ellos si tu vida vas a perder?
¿Por qué si el error es grande la muerte no olvida?L709 (Liam)
El primer nombre de la nueva lista es Emilia Dennis, una joven de 24 años. Cuando me dirijo a donde se encuentra, lo primero que me recibe es un sonido ensordecedor.
Viendo el escenario a mi alrededor, parece que estamos en el interior de una ambulancia. En una de las camillas está una chica de cabello rojo y tez clara y en el otro un chico pecoso de cabello café claro.
-Parece que nos tocó trabar juntos de nuevo -comenta K410, quien aparece a mi lado, justo después de nuestro pequeño altercado-. El mío es este -dice señalando al chico-. Henry Laurent. Los jóvenes de hoy en día, realmente deberían dejar el alcohol.
-Tal vez sea tarde para eso -comento, tratando de reprimir mi molestia. Como ya he experimentado antes, no importa cuanto lo intente, no lograré evitar ninguna muerte.
Emilia está recostada en una camilla, con su respiración lenta y una tez que se vuelve más pálida con cada segundo que pasa. El monitor que mide el ritmo cardíaco se para, al igual que su corazón y uno de los paramédicos se acerca a ella y trata de reanimarla. Pero ya es tarde, porque su alma acaba de salir de su cuerpo.
El espacio es estrecho, por lo que tengo que arreglármelas para colocarme cerca de ella. K410 hace lo mismo con el chico.
-¡¿Qué es esto?! -exclama Emilia con el rostro distorsionado por el horror-. ¡¿Qué esta pasando?!
Emilia se arrodilla al lado de su cuerpo, su largo cabello rojizo sigue permaneciendo vivamente aún en la imagen de su alma y ahora que tiene los ojos abiertos, puedo identificar un claro color miel en ellos.
-Disculpa -la llamo, tocándole el hombro-. Yo soy L709, y te voy a guiar al más allá.
-¡¿Qué tu qué?! -pregunta alterada, mientras se aleja todo lo que puede de mí.
-Soy L709 -repito-. Yo te guiaré...
-¡No! -grita la chica, mientras parece comprender lo que estaba pasando-. Yo cometí un error. Lo sé, pero puedo arreglarlo, solo déjame arreglarlo.
-Ya no puedes hacer nada -explico, tratando de sonar tranquilo, aún cuando mis emociones están de todo, menos calmadas.
-Claro que si. Siempre hay algo que hacer, solo déjame vivir, arreglaré mi error, seré mejor persona, ayudaré a otros...
-Temo que ya es tarde para eso.
-Nunca es tarde.
-Esta vez sí.
Emilia sigue negando, mientras una chispa de determinación invade su mirada.
-Yo cometí un error, no era mi intención caer en esto, no debí confiar yo, yo...
-Lo siento -me disculpo, ofreciéndole la mano-. Pero el tiempo está pasando, debemos irnos ahora.
-No quiero, solo fue un error -repite-. Los humanos cometen errores, pero no puedes perder la vida por uno.
La obligación de cumplir con mi deber y la curiosidad por saber más sobre los humanos entran en conflicto dentro de mí. Sé que debo convencerla de ir conmigo, pero hay algo más en su rostro que me llama, y al final, soy como una nube dirigiéndose en la dirección del viento.
Le doy un vistazo a K410 y me doy cuenta que ella ya esta sacando sus alas para llevar al chico al más allá, lo cual me dará unos cuantos segundos antes de que regrese.
-Si cometes errores, ¿significa que estas vivo? -pregunto con cautela.
-Si, si -contesta Emilia con nerviosismo y un toque de entusiasmo a la vez-. Nadie es perfecto, por eso nos equivocamos, y eso no esta mal, solo quiere decir que eres humano. Equivocarse es una oportunidad para aprender de tus errores y no volverlos a cometer en el futuro.
-A menos que estos errores te maten.
-Por eso no deberías matarme -explica, tratando de convencerme de ni hacer algo que en realidad no puedo evitar hacer-. Tengo que vivir para aprender de esos errores.
-Pero tú ya estas muerta.
-Claro que no, mira me están reanimando -dice, señalando su cuerpo físico.
El paramédico que está atendiéndola saca un desfibrilador y empieza a hacer todo lo posible para salvarla.
-Es tarde -digo, volviendo a ella-. Tenemos que irnos.
-Pero estamos conservando, ¿recuerdas? -menciona, tratando de ganar más tiempo. Es la primera vez que una humana intenta esta maniobra conmigo, y para ser sincero, no tengo ninguna idea de como reaccionar al respecto-. Sobre los errores y esas cosas.
-No debimos de haber hablado -digo para mi mismo. Aunque no haya sido una conversación larga, el tiempo suele ser crucial en este tipo de circunstancias-. Ven conmigo.
-No, tu ven conmigo -sugiere Emilia.
-¿Qué?
-Tengo un bar, sé preparar los mejores cócteles del mundo, te enseñaré a hacerlos.
-El alcohol te trajo aquí en primer lugar.
-Otra de las ironías de la vida -comenta, con un tono de voz más desesperado que asustado.
-Es suficiente, hay que...
La imagen de la Emilia frente a mi se empieza a distorsionar, volviéndose fragmentos que no tardan en incorporarse de nuevo en su cuerpo, sin que pueda hacer nada para detenerla. Los signos vitales empiezan a mostrarse en el monitor, y aunque son débiles, también son una señal de vida.
-No, no.
-La tenemos -menciona el paramédico.
Cierro los ojos con frustración, mientras trato de encontrar una forma de arreglar esto, pero ninguna idea llega a mi mente. Y después de todo mi esfuerzo por buscar soluciones, mi primer alma de la lista del día ha regresado de la muerte.
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El ángel de la muerte quiere aprender a vivir
FantasyL709 es un ángel de la muerte, que pese a ser un novato, está cansado de llevar almas al más allá, por lo que se adentra en una búsqueda para encontrar el significado de la vida, la razón por la que algunos humanos quieren aferrarse tanto a la vida...