cap 1

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-Realmente no entiendo como fue capaz de hacerme esto a mi, era ella!! la que estaba molestando, y fue a mi entonces a la que expulsaron, no es justo - iba quejándose en voz alta por el medio de la calle, todos la miraban algo raro, pero ella solo estaba molesta, y cuando uno está molesto...pues lo expone de diferentes maneras, o eso se cree al menos.

Siguió caminando rumbo a su casa, preparándose mentalmente para el regaño que seguro le daría su madre por llegar antes de la escuela, estaba ya en segundo año de la universidad, y seguía viviendo con ella, eso sería una vergüenza asegurada si las personas se enteraban,pues ella se consideraba bastante madura, pero sus compañeros de 20 años hacían una tormenta en un vaso de agua por todo, y estaba segura de que si esa impactante noticia se sabía, iba a ser la burla hasta final de curso, por suerte había logrado mantener el secreto hasta ahora y así esperaba que se mantuviera.

Fijó su vista hacía el cielo - por lo menos era un día bonito- pensó y cuando menos se lo esperó, detectó en uno de los edificios de la ciudad un cuerpo humano. Sin pensarlo realmente bien, entró corriendo a la edificación, subió escaleras, sin tiempo de esperar al ascensor, cuando llegó al último piso, por más que quiso tomar cinco minutos y respirar, no se lo permitió, abrió corriendo la puerta que daba a la azotea y se sorprendió al no encontrar absolutamente a nadie ahí, buscó, pero nada, pensó lo peor, y diablos que se sentía mal al no haber podido hacer nada al respecto, se asomó con algo de temor al borde del muro, esperando ver un desastre, pero grande fue su asombro cuando no encontró a nadie abajo...

-Diablos Emilia ya te estas volviendo loca
- expresó frustrada, realmente se había preocupado por gusto.

-No se si yo te llamaría loca Emilia, algo peculiar ya veo que eres.

Tal fue el salto que dío, por el susto ocasionado, que fue ella entonces la que quedo colgando del muro de aquel edificio de 5 pisos de altura, si lo pensaba bien, no creía que nadie pudiera morir si caía de ahí, pero mínimo un buen destrozó quedaría. Por lo que le pareció algo estúpido haber subido corriendo sin meditar que no iba a suceder lo que imaginó.

-Qué?!! como es que estas tu aquí?, si subí y no vi a nadie - preguntó suspendida de aquel lugar.

-Precisamente esa es mi pregunta, como es que me ves, si las personas no pueden hacerlo - susurro no esperando que ella lo hubiera escuchado, pero para su infortunio no fue el caso.

-Como que no pueden hacerlo? Acaso estas muerto? - pregunto al chico que no había tenido tiempo de mirar aún -el se maldijo mentalmente por ser tan descuidado.

-Realmente es eso lo que vas a preguntarme? bueno si no quieres que te ayude a subir, pues hasta luego - trato de disimular su falta de atención sobre el tema -ella vio como caminaba hasta la puerta de aquel lugar, el muchacho con aspecto algo extraño del que ella aún no se había dado cuenta

-No!! espera, no te vayas, es cierto, ayúdame por favor! - hizo algo que no debía, miró hacia abajo y se aterró.

-No Emilia no, estas en un error, las cosas no se exigen, menos en tu posición - río divertido.

Rodó los ojos y tanteo las posibilidades - es en serio en la situación que me encuentro? no puedo creer que haya terminado aquí por querer ayudar, mi día la verdad que no esta siendo el mejor de todos.

-Bien, crees por favor que me podrías ayudar? - preguntó con un tono más suave de lo que realmente planeo, ahora mirando al chico, por el cual había subido inicialmente a ese lugar. Era alto, podía fácilmente medir 1.90, tenía la piel más pálida de lo habitual y el cabello negro, revuelto, estilo mullet de los años ochenta ,los ojos rasgado de un color negro intenso y, ¿los tenía pintados?, los labios eran gruesos y una argolla los adornaba, estaba vestido algo raro, tenía una polera negra, con huecos en varias partes, pero no parecían echos, tal vez la polera venía así, se le veía bonita - pensó- dejaba ver algunas partes de su torso, parecía bien trabajado, se veía que el muchacho se ejercitaba, en la parte inferior traía unos pantalones de mezclilla que se podían notar algo viejos y gastados, unas botas roqueras negras que le daban un aire a estrella del rock - definitivamente el chico tenía su propio estilo, se río al pensar en eso en este preciso momento - se dío cuenta que lo estaba detallando mucho, pero era justificable pues no quería seguir mirando hacia el vacío en el que se encontraba.

-Claro que si corazón, viste no era tan difícil, no creo que desde tu posición puedas exigir mucho - respondió con parsimonia.

El muchacho se acercó y el temor de no poder agarrarla cruzo por su mente, de igual manera lo intentó. Alcanzó sus manos y gracias a todo lo existente la pudo aguantar - suspiró sin que ella se diera cuenta y la halo hacia sí.
De la presión que ejerció en el aguante, Emilia cayó encima de el.

-Vaya si que vas rápido - se burlo él.

Ella solo rodó los ojos, pero al sentir la tranquilidad de estar a salvo empezó a llorar, el la miró extrañado

-Hey no llores - le dijo.

-Qué no llores me dices? - le grito- Como quieres que no llore, si por tratar de ayudar mira lo que me sucedió.-Definitivamente dios me odia - susurro para sí, pero el la pudo escuchar.

- Yo tu no diría eso Emilia, no sabes lo afortunada que eres - le dijo poniendose de pie y ayudándola a levantarse.

-Mucho gusto, me llamo Nathanael - le extendió la mano. Ella lo miró extrañada, limpiandose el resto de las lagrimas que habían caído,pero aún así acepto su mano.

-Tú ya sabes como me llamo, y si no estas en peligro, me voy - dijo y dio media vuelta hacía la puerta para marcharse.

Él miró como se alejaba desde su posición, con varias preguntas en su cabeza, a sabiendas que por la cabeza de la peculiar muchacha que acababa de conocer y que se había arriesgado a salvar a una persona que no conocía, pasaban las mismas incluso más preguntas que por la de el.
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. hola y bienvenidxs

Ida y vuelta al más allá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora