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Voy a mitad de camino y son las 12 menos cuarto, vale, llego tarde, muy tarde, el Stream estaba promagado para las 11 y media de la noche y todavía no he llegado. ¿Lo habrán empezado ya sin mi? En realidad, aunque no me creáis, tengo una buena justificación para mi impuntualidad: el tráfico en Madrid es horrible, así es, soy la desgraciada que le ha tocado ir a por la cena porque días anteriores fueron los demás.


En lo que llevo caminando, he podido descubrir la belleza de las calles de la capital y su maravillosa gente, me gustaría poder decir "toda" pero por desgracia hay gente muy mala de la cabeza que me ha dicho cosas inapropiadas sin sentido alguno.


Lastimosamente esta es la noche promedia de cada mujer hoy en día. Se supone que hemos avanzado en projectors y estilos de vidas, ¿Por qué no en sociedad? ¿Por que siguen habiendo los mismos simios sin neuronas de siempre?


En fin, a lo que volvía, espero que la cena no se me esté enfriando, como así sea, me mataran por llegar tarde y por traer la comida mal.


Mientras estoy caminando noto a alguien siguiéndome. Lo único que hago es acelerar el paso, pero, ahí sigue. Veo que estoy a varias esquinas de casa, las lagrimas empiezan a aparecer.


Torpemente agarro el móvil de mi bolso y llamo a mi novio.


Un tono


Dos tonos


Las lagrimas caen por mis mejillas y la desesperación aumenta.


- Eh tu, tienes fuego?


La señal para empezar a correr.


Joder Iván, cogeme el puto teléfono por favor, te necesito.


- Alexia, donde estás? Estas tardando una banda


A lo que de respuesta solo puede escuchar mis pasos corriendo y a mí llorar.


- Te estoy hablando maldita guarra


- Pásame ubicación ya, Alexia


En estos momentos no soy capaz de modular ni una palabra, solo puedo llorar.


Con las manos temblando consigo enviarle la dirección actual.


Sólo una esquina para llegar a la casa Madrid.


Sólo una.


Una y estaré a salvo.


Mientras me acerco veo a un chico de más de 1,80 con una gorra hacia atrás y una sudadera corriendo hacia mi con cara de frustración.


Iván.


Corro lo más rápido posible, tan rápido que ni siquiera noto el suelo.

Hasta por fin conseguir llegar a el.


No soy consciente ni en qué momento solté la bolsa con comida pero solo sé que ahora mismo estoy abrazándolo lo más fuerte possible mientras lloro en su pecho.


Escucho de fondo dos voces gritando pero no soy capaz de escucharlas con claridad, ahora mismo solo estoy encontrando la seguridad que he necesitado todo este camino entre sus brazos.


- Alexia...


Al escuchar su nombre salir de mi boca exploto, exploto a llorar. Mis piernas fallan, no soy capaz de mantenerme de pie, a lo que él me lleva al suelo y me abrazó mientras se respalda en una pared


- Ya estas bien, estás conmigo





(...)




Unas horas después me encontraba en la cama tumbada con mi novio abrazados. Ninguno de los dos hablaba, estábamos en un silencio cómodo. El acariciándome el pelo y yo, aún, sollozando en su pecho.
La cena se quedó en el suelo de la calle tirada.


Lo único que recuerdo es a Iván ayudando a levantarme y llevándome a la habitación. Una vez en esta, él baja un momento y vuelve a subir para estar conmigo, supongo que habia bajado para avisar que no estariamos presentes en el Stream o que hubo un problema con la cena. No lo sé, la verdad, me da igual. Ahora mismo estoy demasiado ocupada comiéndome la cabeza como para estar pendiente de lo que los demás pensaran sobre mi o sobre la cena que debía de haber traído.
























Mentiroso; SpreenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora