El maldito sonido de mi teléfono indicandome una llamada entrante y las quejas de mi novio hicieron que abra mis ojos de golpe luego de estar hundida en un profundo sueño.
Sin poder procesar muy bien todo por el sueño que tengo me quedo embobada mirando un punto fijo aleatorio de la habitación, hasta que escucho al chico que tengo al lado volver a quejarse
- Apaga el puto teléfono por favor -dice mientras se pone de lado mirándome esperando que coja la llamada
Sin dudarlo mucho más cojo el móvil y atiendo a la llamada sin mirar el número ni la hora que es
- Si? -atiendo la llamada mientras miro a Iván extrañada
- Hija, puedes traer pan para la comida de hoy? Es que quiero hacer...
No acabé de escuchar lo que me decía porque empezé a divagar. ¿Comida de hoy? mi madre? Qué...? LA COMIDA DE HOY. Mierda, mierda, mierda.
Cómo se me ha podido olvidar
- Alexia? Hola?
- Si si, hola -me incorporó en la cama bajo la atenta mirada de Iván-. Si, no hay problema. Necesitas algo más mamá? (...) Vale perfecto, hasta ahora. Si. Un beso. Adiós
- Que pasó? -me pregunta mi ex al lado mío todavía adormecido
- A lo mejor, y solo a lo mejor se me haya olvidado mencionar que hoy había quedado con mis padres para comer - le digo mientras me coloco encima suyo y le dedico una sonrisa forzada
Él se queda un rato procesando toda la información hasta que decide hablar
- Un día de estos te mato, Alexia -dice mientras se restriega las manos en la cara
Cómo símbolo de disculpas le doy un beso y me dirijo al baño para hacer mis necesidad mientras el intenta volver a dormir
- Que hora es? -pregunto gritando desde el interior del lavabo
Mientras me limpio los dientes y espero una respuesta escucho un murmullo en modo de queja al otro lado de la puerta.
- 11 en punto ¿Algo más puedo volver a dormir?
Me asomo a la puerta y con una sonrisa tímida le informo- Si, una cosita más. La comida es a la 1 de la tarde.
Antes de volver a seguir con mi rutina mañanera puedo ver la cara cara de desapruebo que hace, lo que me sonsaca una sonrisa sincera.
Ja. Quién diría que hace no mucho me puso los cuernos?
(...)
-¿Llevamos todo? -pregunto mientras me abrocho el cinturón de seguridad.
- Obvio ma -me contesta él
Aunque tuve que batallar para sacarle de la cama, lo conseguí, costó pero lo conseguí.
- Ah, y una cosa más Iván- le digo mientras le miro seriamente. Veo como se tensa nada más escuchar esas palabras salir de mis labios-. Mi coche mi música
Suelta un suspiro mientras sus músculos se relajan para acto seguido simular el saludo de un militar, poniéndose la mano en la frente.
- Sí señora.
- Pues nos esperan 45m de trayecto, mood musical de hoy?
