Capítulo 3: Una flor en medio de tanto clavel

19 4 3
                                    

Había llegado el día del intercambio estudiantil, este se realizaría en la capital, y al mismo asistirían un representante de la carrera de mecánica automotriz de cada instituto del país, en ella, estos compartirían los diversos proyectos elaborados junto a sus maestros del instituto y sus experiencias a lo largo de su formación.

Greta en un comienzo tras saber sobre la enfermedad de su padre quiso renunciar al intercambio, pero su padre no se lo permitió, este más bien le hizo prometer que asistiría a este y que demostraría todos sus conocimientos adquiridos junto a él y en el instituto. Para el primer día del intercambio Greta decidió ir uniforme de prácticas de su carrera, el cual consistía en un enterizo manga larga, bastante flojo de color azul y botas de color negro, su cabello como siempre que asistía a un día de prácticas en el instituto decidió recogerlo y sobre el mismo colocarse una gorra del mismo color del uniforme, pero ella no era la única que en realidad había optado por ir con el uniforme de prácticas de su carrera, la mayoría de jóvenes asistentes habían optado por la misma decisión, haciendo que aquella sala llena de tantos jóvenes pareciera un jardín de flores multicolor debido a la diversidad de colores de uniformes.

Tras llegar a la sala donde se llevaría el primer día del intercambio, Greta desde el umbral de la puerta miro hacia el interior del lugar. Ella estaba sorprendida, más no intimidada ante la presencia de tantos jóvenes en el lugar.


—¿No piensas pasar? — escucho.


Greta sin responder nada, solo asintió con un movimiento de cabeza, e ingreso al lugar, seguida por los pasos de la persona que le hablo.


—Amigo, allí hay asientos libres — agrego aquella voz, pero Greta, para nada le devolvió las palabras, solo prosiguió su camino hacia el lugar indicado.

—Debe ser de la capital, por ello es así, insolente — pronunció aquella voz, mientras continuaba su camino, tras la joven.

—«¡Papá! prometo brillar en este lugar» — pensaba Greta, mientras caminaba, sin haber escuchado lo que el joven dijo.


Greta camino hacia uno de los lugares libres, a los pocos segundos la persona que venía tras de ella, se sentó en uno de los asientos contiguos, al tiempo que un uniformado les entregaba un papel.


—Es para que conozcan el programa del evento, así mismo, allí está el orden de presentación de los proyectos — decía el hombre.

—Bien, ¡gracias! — pronunció uno de los jóvenes.

—¡Gracias! — dijo Greta, con la mayor calma que pudo, mientras posaba su mirada en el programa, al tiempo que el otro joven la observaba.

—«Tiene la voz un tanto fina, bueno solo debe ser casualidad, ¿no?, una mujer en esta carrera, es ilógico» — pensó el joven, mientras miraba con disimulo el rostro de la otra joven, el cual estaba cubierto en parte por la gorra que llevaba puesta y unos cuantos mechones que colgaban por su rostro. Tras algunos segundos de inspección, decidió resolver su duda de la única manera que podría hacerlo, entonces mientras extendió su mano y añadió — ¡Hola mi nombre es Fred! vengo de...


El joven no pudo concluir su presentación, pues la música de inicio del evento empezó inundando el lugar, segundos después un grupo de hombres vestidos con elegantes trajes tomaron sus ubicaciones en el escenario, mientras uno de ellos caminaba hacia el lugar donde estaba un parante con un micrófono para tomar el mismo y dar inicio al evento.


—Luego seguimos hablando — dijo Fred, a pesar del bullicio, más no recibió respuesta.


Greta, solo asintió, sin siquiera girar a verlo, mientras el hombre que estaba frente al micrófono empezó con la inauguración del evento.


—¡Bienvenidos al sexagésimo intercambio estudiantil!.....


Mientras el hombre hablaba Greta miro con disimulo hacia su alrededor, ella era sin duda la única chica allí, entonces una frase que alguna vez pronunció su padre vino a su mente: "Una flor en medio de tanto clavel", ello dijo una vez su padre en referencia a que ella era la única mujer de su familia en aquel entonces. Greta tras recordar la frase, a pesar de la nostalgia que ella sentía al saber que su padre estaba muy enfermo, esbozo una sonrisa en su rostro, mientras posaba su mirada en el folleto que le habían dado.


—«Esta flor, está programada para mañana papá, por ahora solo me queda escuchar a los claveles» — pensó la joven, mientras veía subir al escenario al primer representante de los institutos presentes.

UN LUGAR EN TU CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora