Capítulo 13: Un lugarcito en tu corazón

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El rumor de que uno de los empleados del taller estaba enamorado de su jefa, se extendió entre todos los trabajadores del mismo, por más que Fred trato de evitar que ello sucediera pidiéndole a sus compañeros guarden su secreto, ya que ello podría perjudicarlo, pero siempre hay alguno que poco caso hace a las súplicas y advertencias y el rumor empezó a correr como pólvora, hasta llegar a los oídos de Greta y sus hermanos, quienes no tomaron de mala manera el rumor, sino más bien lo tomaron con humor, pues era la primera vez que veían a su hermana tan nerviosa ante un comentario que ella aseguraba era infundado.


—Pero no te enfades Gretita, Sami me comento que Fred es muy atractivo — decía Bastián sonriendo.

—Además ya estás en edad para tener novio hermanita, ya eres una profesional y jefa de tu propio negocio — agregaba Rubén.

—Greta, el amor no es para tener pena — añadió Albert.

—Pero entre los dos no hay nada — dijo Greta con firmeza.

—Por ahora no, pero es un hecho que habrá, ¿no?, tú lo quieres, ¿verdad? — acotó sonriendo Bastián.

—Ahora comprendo quien salió Sami tan molestoso — añadió Greta con seriedad.

—Ya Gretita, no te molestes, mejor acepta lo obvio — agregaba Bastián causando más molestia en su hermana menor.

—Ya no la molestes Bastián, mejor hablemos con nuestro futuro cuñis, hay que darle los tips de los Ballasco para conquistar a las nenas — pronunció Rubén, haciendo sonreír a su hermano mayor.

—No les hagas caso a este par, están relocos, tu solo sigue a tu corazón, la única verdad aquí es que todos queremos que seas completamente feliz — expreso Albert abrazando a su hermana.


Mientras Greta escuchaba a sus hermanos, Fred sostenía una plática con su amigo mientras arreglaban un auto.


—Creo que en verdad está molesta, ya son dos semanas que no viene a supervisar mi trabajo, ni siquiera me pidió que la acompañara hacer las compras de los repuestos como quedamos cuando fuimos de viaje — decía Fred con cierta nostalgia.

—Lo importante es que no te ha dejado sin trabajo, por un momento pensé que tras lo que se decía de ti y de ella, su primera acción sería despedirte, pero no lo hizo y ello es buena señal — pronunció Rayan.

—¿Buena señal? — dijo Fred.

—Sí, ello demuestra que en su corazoncito hay un espacito para ti — contesto Rayan, haciendo una pausa para acotar — Yo que tú me atrevería más.

—Atreverme más — respondió Fred.

—Sí, háblale abiertamente de tus sentimientos — dijo Rayan.

—Ya sabe que me gusta — contesto Fred.

—Entonces exprésaselos más, ¿Dónde está el Fred luchador que conozco?, a menos que solo quieras seguir siendo su empleado justificaría que no estés haciendo nada para entrar en ese corazón, si sigues así, hasta yo te ganare en conseguir a mi destino — decía Rayan.

—Sí, tienes razón, tengo que demostrarle mi verdadero interés en ella, y lo haré desde hoy — pronunció con firmeza Fred.


Fiel a su palabra Fred desde ese día decidió empezar con su plan de conquista a su jefa, sin importarle los rumores, ni  que ella lo despida por su atrevimiento. Fred empezó dejándole pequeños detalles como rosas, chocolates, en la mesa de su oficina, con el apoyo de Sami. Greta no le dijo nada, solo disfruto de los chocolates y de las rosas, que cada día inundaban con su agradable fragancia su pequeña oficina. Greta a las justas cruzaba palabra con él, y solo por trabajo, cada vez que él la buscaba para hablar con ella fuera de horario de trabajo, ella lo evadía diciéndole que solo por asuntos laborales podía otorgarle algunos minutos, pues estaba con mucho trabajo, ya que se acercaba la inauguración de su nuevo emprendimiento.

UN LUGAR EN TU CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora