"3" - Un hombre raro.

102 10 3
                                    

Se acercó hasta este joven pasando detrás de él con algo de temor

- ¿Quién eres? - pregunto el príncipe nervioso por el aura del muchacho.

- Buenas noches, príncipe. Me llamo Thomas pero digame Tom. - volteo con una botella de cerveza en una de sus manos.

- ¿Qué?, ¿Cómo entraste aquí? - pregunto algo confundido e intrigado por su apariencia y sus ojos, tan negros...

- Eso no es de su incumbencia, Matthew. - arrancó la rojiza rosa sin importarle las espinas que lastimaron su mano.

- No me hable como si me conociera, nunca lo he visto en mi vida. - El contrarío se acercó hasta poder estar cara a cara con el príncipe.

- ¿Eso importa? -

- ¿Qué hace aquí?, ni siquiera es de la realeza ¿Verdad? - pregunto creyendo que sería familiar de los  Larsson, cosa que no era así.

- ¡Ups, me atrapó! Pensé que vistiendo con traje sería más difícil de reconocer que no pertenezco a la realeza, eres un gran detective - respondió burlón mientras bebía un poco del alcohol que llevaba en la otra mano.

- Aún no responde mi pregunta ¿Que hace aquí? - el de cuencas bufo y dio un suspiro.

- ¿Realmente está tan interesado en mi? -

El joven príncipe se ruborizo ante su comentario mientras el contrario sonreía coqueto.

- No sé que pretende, pero no logrará nada, llamaré a los guardias. - fue ignorado.

El joven de cuencas se fue alejando a pasos lentos mientras el noble lo miraba alejarse, se detuvo a contemplar al desconocido por unos minutos, viéndolo con intriga se quedó embobado hasta que reaccionó al ver que casi desaparecía entre el laberinto que tenía en su jardín.

- ¡Espera, no te vayas! -

El rubio fresa salió corriendo siguiendo aquel joven que solo continuaba caminando entre el laberinto, después de unos minutos se había perdido, aunque el laberinto fuera suyo, fueron casi nulas las veces que estuvo en aquel lugar. Miraba el lugar con temor quieto sin saber a dónde ir o que hacer.

- Bu - dijo en un tono monótono el de cuencas sujetando al noble de los hombros y jalando su cuerpo hacia atrás, provocando que este se asuste y suelte un grito, así mismo, terminará tirado en el suelo, a esto el de cuencas comenzó a reír fuertemente mientras el contrario lo miraba completamente furioso.

- ¡Tonto! ¡No puede tratarme así! -

- Lo lamento, su majestad, solo fue una broma - comento burlonamente.

- No comprendo ¿Qué quiere lograr? - suspiro exhausto por la confusa actitud que tenía.

- ¿No puede solo seguirme príncipe? ¿o su marido se enojara? - el comentario hizo hervir la sangre al principito que se levantó del suelo de un salto.

- Él no es mi marido. - acerco su rostro hacia el contrario con una actitud seria y desafiante.

- No tiene porque ponerse así, su alteza. - sonrió burlonamente ante el rubio.

- ¿A dónde me quiere llevar? -

- Tal vez tenga algo que ayude a sus padres, se que están agonizando al igual que su reino. - comento con una sonrisa maliciosa.

Esto dejo al rubio atónito, ¿Cómo era capaz de saber aquello? Supuso rápidamente que alguien había filtrado información, por lo que se enojó notablemente pero antes de reclamar fue interrumpido por el apuesto joven.

- Claro, su boda sería la solución más aceptable pero usted no lo desea después de aquel vergonzoso rechazo ¿No?... digamos que mentirle a tu prometido en la cara no es una buena manera de comenzar. -

El enojo se transformó rápidamente en preocupación y miedo, era ilógico, saber aquello era imposible y sobretodo muy sospecho pero en la desesperación lo vio como una salida fácil, confiar ciegamente en un completo desconocido, era eso o casarse, lo que tachó de inmediato.

- Eso... de lo que habla, ¿De verdad me ayudara? -

- Lo aseguró, su majestad. -

El rubio, dudoso, asintió para tragar saliva y agarrar la mano del contrario sellando un trato.

...

[626 palabras]

Soy consciente que ha pasado casi medio año y me disculpo, (también perdón si es muy corto o una desilusión por todo el tiempo que ha pasado pero no veía como continuarlo)

Intentare actualizar un poco más seguido, igual de muerto estoy en mi otra cuenta...

Dulce príncipe - MattomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora