"2" - Aburrido paseo.

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El muchacho comenzó a llorar repentinamente mientras las muchachas lo rodeaban mirándolo preocupadas.

- ¿Qué hay de malo Matthew? - pregunto la castaña preocupada.

- ¡Todo Ell! No me quiero casar, menos con él. -

Se tiró sobre la cama dramatizando.

- Vamos, no es para tanto! - lo ánimo la de cuernos.

- Creo que no entendiste la parte de inmediato ni obligatorio. - dijo la de cuencas que se acercaba con un traje.

Esta le lanzó el traje cayendo en su cama, el noble lo miro con tristeza y dio un suspiro para inspeccionar el traje. Las tres muchachas salieron de la habitación esperando que el príncipe se vista, antes de irse la de rojo se asomó por el marco de la puerta viendo al decaído joven.

- No desesperes Matt, solo será hasta que la muerte os separe! - burló para luego marcharse entre risas de ella y las otras muchachas.

El joven sólo se vistió con rapidez y bajo hacia el patio donde las tres muchachas lo esperaban con una sonrisa burlesca en la entrada de este.

- Su corona "Majestad". - dijo la castaña burlona mientras le colocaba su diadema.

Las tres mujeres se aguantaron la risa mientra el joven las miraba completamente serio.

- El príncipe Edward está adentro del jardín esperándolo. - comento la de cuernos galante.

El joven resignado se adentro en el jardín, caminaba lentamente admirando las diversas flores que habían, hasta llegar al centro de este, donde en una banca esperaba Edward con un aspecto muy nervioso. Matthew dio un suspiro y se acercó al joven.

- Príncipe Matthew. - se levantó sonriente y le extendió la mano para un apretón de manos.

- Edward. - le respondió el apretón, incómodo, se sentó de inmediato junto con el contrario.

Silencio hubo por unos minutos y algunas miradas incómodas de vez en cuando, el único ruido que había era del viento y algunos pájaros que pasaban por allí.

Luego, una corta platica que el rubio no tomó importancia, el contrario le parecía tan aburrido que solo asentía cuando decía algo, ¿Quién habla de plantas en una cita? Bueno, ¿Era una cita? ¿Alguna vez había tenido una?, si y no, no sabía simplemente si sus pequeños intentos de conquista se tratasen de una cita o si eso era una cita, es muy confuso para el inexperto Matthew, pero de algo si estaba seguro, que era mejor estar en sus pensamientos que escuchar otra aburrida palabra salir de la boca del contrario, o tal vez en eso tampoco estaba tan seguro, un poco de rencor le tenía, obvio no se quería casar y menos pasar tiempo con el pero tal vez si solo escuchara...

- ¿Cómo están el Rey y la Reina? - pregunto sin más el castaño.

El contrario volteo algo asombrado por la pregunta, el Rey y la Reina ¿Cómo le explicaba que estaban moribundos? ¿Qué alguien los había envenenado? La debilidad era lo peor que podían mostrar a estas alturas, sin sus reyes el reino estaba tan vulnerable y brindar esta información al heredero de un reino rival era tan descuidado y peligroso, más bien por esto se planeaba boda para que el otro reino no sufra un ataque por este y tengan una alianza.

- Bien un poco enfermos pero no es nada grave, por eso no pudieron acompañarnos la vez pasada pero ya están recuperandose. - mintió con una sonrisa.

Cada minuto que pasaba era uno menos para los reyes que ahora no podían levantarse de cama, era un veneno muy lento a decir verdad, los mataba lentamente y la medicina no era para nada efectiva.

- Espero mejoren pronto, quisiera conocerlos seguro son encantadores. - mencionó con una sonrisa sincera por el otro lado el contrario forzaba una sonrisa.

Pero una joven se acercó entre las rosas, era la castaña llegando agitada y con algunas ramas, hojas y tierra en el cabello; por todo su cuerpo y por su desgastado vestido.

- Ah... Joven Edward, ah....Ya se tiene que ir. - respiraba agitadamente, tomando pausas para respirar mientras se apoyaba en sus rodillas con cansancio.

- Ell, ¿Te encuentras bien? - pregunto el más alto preocupado.

- Solo me caí, pero ya se tiene que ir Edward - sacudió su vestido y se marchó con rapidez.

- Bueno.... Supongo que nos veremos luego Matthew. -

El castaño agarró la mano del contrario y la acercó a su boca para darle un pequeño beso que duró unos segundos para luego levantarse y marcharse sin decir nada, el contrario solo se quedó estático con un pequeño rubor en las mejillas.

...

El joven rubio veía el oscuro cielo con tristeza, como las estrellas resplandecía juntas y el estaba solo, hace horas había estaba con el castaño en una pequeña cita se podría decir pero ahora estaba solo en su habitación. Este dio un pequeño suspiro y vio su jardín junto con una silueta de una persona en la oscuridad, no era reconocible pero se notaba que era una persona, sorprendido el rubio bajó silenciosamente hacia el jardín a las tres de la mañana, si se trataba de alguien peligroso estaba llendo directo a su tumba pero esto no le importaba mucho a Matthew que digamos. Logro entrar sigilosamente al jardín y vio de espaldas a un desconocido que tocaba las rosas como si fueran suyas.

....

[866 palabras]

Lamento si no actualizo hace mucho, me había olvidado de esta historia.

Dulce príncipe - MattomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora