Al muchacho no le interesaba beber, pero despierta con lo que él asocia al sentimiento de resaca.
Los recuerdos de la noche anterior lo abruman, tanto como el sol de la mañana dándole en la cara. A su madre le pareció buena idea abrir las cortinas, al parecer. "Genial, otra de sus ideas" piensa mientras abre lentamente los ojos. Y ahí está, el mismo techo de ayer.
Mientras se decide si levantarse de la cama o darse el lujo merecido de quedarse en ella un rato más, empiezan a aparecer pequeñas luces amarillas que crean a la joven de anoche.
Esta vez el joven Crowley no grita, se dice a si mismo que es una pérdida de fuerzas asustarse si uno sueña consciente. Pero al sentir la suavidad de las sábanas, el peso del acolchado y la sequedad de la garganta, nota que no está en los brazos de Morfeo.
Lo cual es peor, mucho peor.
La creada lo mira con curiosidad, y con mucha... ¿ansiedad? Xavier no sabe que pensar.
-Buenos días, dormilón. ¿Ya no vas a gritar? Bien, no le demos otro susto a tu mamá. Tuvo suficiente anoche con tener que cargarte a tu cama de vuelta y taparte. ¿Qué tanto pesas? Sonaba a que no le costó nada arrastrarte. Deberías comer más. Ya, contesta algo, tenemos mucho que discutir
Apenas puede razonar la situación, pero algo si nota: Ella habla mucho, y lo subestima bastante. Lo último no le molesta, hasta él mismo se subestima, pero no está de ánimos para la primera deducción de la amarillenta charlatana. Prefiere quedarse en silencio. Tal vez, son su falta de palabras, ella se vaya. La joven lo sigue mirando, inquieta y ansiosa de respuestas.
Y así se quedan unos minutos. Nadie habla, pero sus miradas tienen una conversación de tira y afloje que, al final, pierde Xavier.
Tanto por su incomodidad de tenerla tan cerca, como por lo secretamente ansioso estaba él también. Pero sus ansias eran de saber porque ella estaba ahí, con él, en esa casa, cuando al parecer se podía materializar y desmaterializar a voluntad.
-Bieeeennnnn.........- alarga esa primera palabra en su derrota – ¿Cuál respondo primero?
-¿Primero? Mmmm, déjame pensarlo- "¿Me estás tomando el pelo?" piensa Xav mientras se detiene por primera vez a observarla, a mirarla con detenimiento.
Detenimiento que describe a la pensante: es casi de su estatura, su cabello está hecho un desastre fangoso y húmedo, sus brazos y piernas están expuestos con marcas de heridas y raspones. Uno de sus ojos está rojo, y sus ropas son una camisa de leñador y un jean, ambos rotos y hechos jirones. Una deducción llega a la cabeza del joven Crowley, pero no se termina de desarrollar pues ella al final se decide en la pregunta génesis de ese encuentro.
-"Ya no vas a gritar" quedó descartada. Pareces más tranquilo que ayer. Hey, ya sé: ¿Qué te rompió?- el gesto de no entender de Xav le indica a expresarse mejor. -Me refiero a que te lastimó el corazón. Nadie puede hablarnos o vernos si no es que están rotos, demasiado rotos. Casi muertos, diría irónicamente...
-Mi hermana gemela murió- corta secamente Crowley. "Quien se cree que es para que la conversación comience así, revelando lo quebrado que me siento, el vacío que me carcome y no pienso compartirlo"
Al parecer la materializada joven se da cuenta de su error, o solo no quiere que la conversación termine aún, porque prosigue con algo desconcertante:
-¿La viste morir? O al menos viste su cuerpo después del funeral, o en la ceremonia?-. Pregunta con total y pura urgencia, fuera de lugar, pero toda esta conversación está fuera de lugar.
-La vi morir, ¿sí? ¿Satisfecha? ¿O quieres más detalles? Porque si es así, ve y habla con mi madre. Te dará la historia completa.- No hay cortesía en su tono, a diferencia de sus palabras. Lo cual toma desprevenida a la muchacha. Esta vez si se da cuenta que metió la pata. Dando una vueltas mentales, abre y cierra la boca como quien no sabía que lo que acaba de comerse era el postre de su padre. Hora de enfrentar el error.
-Yo...lo siento. Me acostumbré tanto a la muerte que olvidé como es que la sienten los vivos.
-Así que eres un...- Empieza a deducir Xavier.
-Fantasma, sí. Aunque no te ves tan tonto como para no haberte dado cuenta. Sí, existen los fantasmas, existimos incluso ni no nos notan. Lo cual es irónico, ya que por "eso" somos fantasmas, y no vamos al Más Allá.
-¿A que te refieres? ¿Eres fantasma si no eres notado?- El asunto parece más complicado de lo que dicen las películas
-No, mueres y te conviertes en un fantasma si,cuando mueres, nadie te descubre, nadie te encuentra, nadie te va a ver. Poreso necesito tu ayuda: Quiero que tú, Xavier Crowley, me encuentres.
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Lo ausente de Xavier
AdventureEl dolor no es el mejor compañero, pero es quien más nos acompaña en los momentos difíciles. Y de eso puede hablar mucho Xavier Crowley, pero, conociéndolo, no querría hacerlo. Acompañenos en esta aventura, donde las decisiones de un adolescente en...