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📍13 de enero de 2021 Washington DC, Estados Unidos
-¿Cómo estás?
-Bien, bien.
-¿Qué tal el evento?
-Está... bien. Oye, me tengo que ir, hablamos luego.
-Claro, te quiero.
Olivia frunció ligeramente el ceño al escuchar el tono que indicaba el fin de la llamada con su novio. Joshua había viajado hace unos días a Canadá para asistir a un evento al cual lo habían invitado. Al despedirse, había prometido llamarla, cosa que nunca sucedió.
La pelinegra creyó que había estado ocupado con el evento, aunque cuando veía las historias que publicaba en Instagram no se convencía de ello. Sin embargo, trató de que eso no le afectara, conocía y confiaba en él, no había motivo por el que preocuparse, ¿o sí?
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📍27 de diciembre de 2020 Washington DC, Estados Unidos
Olivia y Joshua habían vuelto a su apartamento hace menos de una hora. Habían viajado a México para pasar navidad con la familia de la pelinegra. Ahora, ella se encontraba tocando su guitarra, tarareando melodías, mientras Joshua tomaba una ducha.
Repentinamente, el celular del chico de rulos sonó, indicando que había llegado un mensaje; Olivia no le dio importancia hasta que el sonido se repitió dos veces más.
-Josh, alguien te está escribiendo. -gritó la mexicana sin recibir respuesta.
La mexicana decidió esperar a que su novio saliera y siguió concentrada en su guitarra. Aunque no pudo evitar desviar la mirada hacia la pantalla del teléfono de su novio cuando esta se iluminó alertando que había recibido un nuevo mensaje.
Olivia sabía que no era correcto, pero la curiosidad la consumía. Luego de debatir consigo misma por un momento, estiró su mano y agarró el celular de su novio.
Su ceño se frunció cuando vio que los mensajes que le habían llegado a su novio eran de la misma persona.
Todos los mensajes eran de esa streamer de cabello rubio que habían conocido en la TwitchCon pasada. Esa chica canadiense que había estado tan sonriente mientras hablaba con Joshua.
Mientras se desplazaba por los distintos mensajes que la rubia le había mandado a su novio, la puerta del baño se abrió.
-¿Quién es ella?
-¿Estás revisando mi celular?
-¿Quién es ella?
-Liv, no está bien que hagas eso. Hay límites.
-Lo sé, pero no paraban de llegarte mensajes quise saber era, porque eran tantos mensajes que podía ser una emergencia, aunque resulta que es una chica.
