𝐥𝐚𝐛𝐲𝐫𝐢𝐧𝐭𝐡 • 𝐬𝐩𝐫𝐞𝐞𝐧

𝟎𝟐𝟒.

📍Ciudad de México
21 de mayo de 2022

-¡Carre, ya voy a pedir el Uber! -avisó el argentino a su amigo quien aún no terminaba de alistarse.

-Boludo, falta media hora para las 10 y su hotel está literalmente a cinco minutos en carro.

-Pero quiero pasar a comprar algo antes de llegar.

-¿Qué querés comprar? ¿Otras flores?

-Tal vez, pero ya le di flores ayer ¿es muy repetitivo?

-No, para nada. Dejáme sacar mi bolso y vamos. -respondió el argentino de menor estatura con una sonrisa en su rostro ante la manera de actuar de su mejor amigo.

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-¿Entonces... las amarillas? -preguntó Iván luego de estar diez minutos comparando ramos con su amigo, tratando de decidir cuál sería el más adecuado.

-No sé amigo, son una banda. No sabía que existían flores de tantos colores.

-Me dijo que también le gustaban los tulipanes -mencionó el más alto, volteando hacia el señor detrás de la caja registradora, que los miraba con una sonrisa. -¿De casualidad tiene tulipanes?

El señor le señaló una sección llena de un mismo tipo de flores de distintos colores.

-La concha de mi-

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-¿Crees que le gusten? -preguntó el argentino mirando el ramo de tulipanes que había comprado.

-No puedo hablar amigo, sigo mareado por tantas flores. Decíme cómo pija existe una rosa azul.

En ese momento el ascensor se abrió y de ahí salieron Olivia y Alexis; la primera ligeramente sonrojada y, el segundo aguantando la risa.

Al verlos, ambos argentinos se pusieron de pie y se acercaron a saludarlos.

-Elegimos una flor de cada color porque teníamos miedo de escoger la incorrecta.

-Están muy lindas, Carre. Muchas gracias.

-Carre no fue el único que trajo las flores. -dijo el argentino con una sonrisa cómplice, aprovechando que sus otros dos amigos estaban ocupados hablando.

-Bueno, en tal caso, gracias.

-Amigos ¿podemos ir a comer? Me cago de hambre.

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-A que no podés ganar un oso de peluche de esa máquina.