Prologo.

37 8 0
                                    


"No dejes que te atrapen, no dejes de avanzar, no te detengas, si te detienes te atraparan". – mi conciencia es lo único que no me deja ceder ante el cansancio que estoy sintiendo.

Cada intento por avanzar que doy se siente más pesado que el anterior, las cantidades de nieves que hay lo hace aún más difícil. No hay manera que lleguemos a tierra firme sin morir de hipotermia, quiero rendirme, quiero regresar a esas cadenas que me esperan si me atrapan, a esas palizas que me aguardan, quiero dejar atrás todo mi fuerzo, no puedo más.

- Vamos Eli, no bajes tu semblante o esta nieve te tragara viva, no falta mucho para llegar, sé que esto es un incordio, pero no falta mucho – escucho que habla Declan con un intento de voz firme pero el casteño de sus dientes no se lo permite. Aun no podía entender como Silas podía ubicarse con tan poca visibilidad, Declan me jalaba más con cada paso que daba, pero si no avanzaba más rápido se quedaba atrás y podíamos perdernos, en estas condiciones moriríamos sin más. Lo único que me hacía avanzar era la cuerda atada a mi muñeca que conectaba con la muñeca de Declan.

Llevamos un día entero tratando de encontrar la vieja estación que era un lugar que se suponía que estaba clausurado, pero al parecer es el punto de contrabando de mercancía ilegal entre los continentes. No podíamos ni siquiera meternos a alguna población que eran escasas considerando las condiciones climáticas, pero sí que las había que en su mayor parte estaban llenas de guardias fronterizos de TimeSaid, solo podíamos seguir a la deriva hasta hallarla. No dejo de preguntarme si estoy haciendo lo correcto, mi cuerpo no está preparado para soportar esto, no es lo mismo para Declan y Silas, que cruzan la nieve con pasos firmes, han hecho esto una infinidad de veces en los entrenamientos que los obligaban a realizar. Esto está mal, pero es la única manera de salir del continente, en camiones clandestinos.

- No-pue-do-mas – me caigo antes de poder terminar lo que quiero decir. Me duelen los huesos, los kilos de ropa que traigo encima no amortiguan absolutamente nada el frio. – Me-sien-to muy mal.

Me miran con cara de espanto, no los puedo culpar, alguien que creció en todas las comodidades y sin que ni una vez pasara frio o hambre, estaba en una situación que hasta los mismos soldados caían por hipotermia.  

- Súbete, no dejare que te rindas – dice con un leve casteño de sus dientes, le pasa su mochila a Silas y se agacha para cargarme – Vamos, pronto llegaremos a un lugar calientito, te lo prometo - trata de decir con un tono cariñoso pero el frio es demasiado como para que no suene torpe - Solo unos kilómetros más y volveremos a un camión que nos lleve a la frontera de Moonween.

Ni siquiera tenía fuerzas para poder pronunciar un "está bien o lo intentare", estoy siendo un maldito lastre para ellos, Silas por más acostumbrado que estuviera, estaba pálido y el casteñeo de los dientes de Declan aumentaba, "el cementerio de caballeros" no le desmeritaba para nada el nombre, con solo imaginar cuantas personas perecieron congelados, me da mucha rabia, es absurdo.

- ¡SE ESTA QUEDANDO DORMIDA DECLAN! TENEMOS QUE ABRIGARLA MAS JODER – escucho que grita Silas, abro brevemente lo ojos para ver como Silas regresa los pasos que nos sacaba de ventaja. – Debemos parar, encontrar alguna cueva, no aguantara Declan, necesita un maldito calentador.

- Si paramos será peor, tenemos que seguir, en la estación hay calefacción esteremos-

El sueño me esta dominando y se perfectamente que eso no es bueno, Asier siempre parloteaba de que no entendía porque mandaban a gente a morir congelados a las fronteras.

- No-aguan-tare, lo siento-

- No Eli, estarás bien te lo prometí cuando salimos de Aria, ¿no? Rendirse no es una opción – me dice un tanto alterado, pero eso está muy alejado de la realidad. Solo puedo sentir como mi agarre ya no es firme, cada momento que pasa me siento más desorientada- NO ELI, PORFAVOR SUJETATE TE LO PIDO ¡NO TE DUERMAS ELI, POR FAVOR! QUEDATE CONMIGO, ¿ME OYES? Vamos Eli, no me abandones – escucho cada vez más lejos sus suplicas y me dejo llevar cada vez por el dulce sueño, por fin lo entendí, nunca iba a ser libre. Fui tonta al pensar que lo lograría, no había libertad para un ave que nació para estar en una jaula.

Lo siento mucho Declan, lo siento por no aguantar más, al final, no fui lo suficientemente fuerte para ser libre, nunca lo fui.

- Te qui-ero De-clan. – es lo último que digo antes de perder el conocimiento.



-Yuzu

War of chains: El escape de las cadenas. [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora