¿Cómo te llamas?

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Esto está muy mal, muy mal. Yo solo estaba bromeando con lo de hace rato y al parecer no fue una broma, había literalmente un fantasma o un demonio adentro de mi recámara.

— ¿Qué es esto? — preguntó tomando mi diario cosa que le arrebate

— No te importa — hablé y solo siguió chismoseando mi habitación.

Me volví loco ya está, se va a llevar mi alma y todo por el estupido de Diego que me dijo que si lo decía en voz alta se cumpliría, lo llamó ¿Ley de atracción? Pero creo que así no funciona.

¡Maldito Diego!

— Escucha esto fue una pequeña gran confusión, yo no pedí invocar a nadie, así que puedes desaparecer o irte volando yo que se — dije algo nervioso sus ojos me estaban intimidando

— De echo si lo hiciste, y ahora no puedo hacer nada una vez que invocas a un ser es casi imposible que se vaya — se acostó sobre mi cama — ¿Cómo puedes dormir aquí? Esta demasiado dura

Si, me va a volver loco, ¿ahora que? ¿Va a ser mi demonio de la guarda?. No quiero ni imaginarlo.

Estaba a punto de hablar pero alguien tocó mi puerta.

— Mi amor es hora de la merienda

Lo que me faltaba Liliana. Vi al demonio recostado en mi cama y solo alzo una ceja

— No te pude ver aquí — susurré

— Tranquilo no pude verme más que tú, abre estarás bien — dijo pero no me dio tiempo de hablar ya que Liliana entro a mi cuarto.

— ¿Por qué tardaste mucho amor?

Odio el contacto físico pero a ella no le importó ya que se abalanzó a abrazarme.

— Vamos es hora de la merienda — me tomo de la mano y me llevo afuera de mi recámara para llevarme al jardín principal donde ya se encontraban todos.

— Ya regresamos — informo Liliana mientras se sentaba frente a la gran mesa — ven siéntate a mi lado.

No quiero, no quiero. Al parecer está vez nadie me escucho ni siquiera el demonio que estaba arriba del árbol observando nos, maldito solo escuchas cuando te conviene.

Terminé sentándome a un lado de mi prometida para que ella comenzará a abrazarme y tomarme la mano.

Todo marchaba bien no se veía ningún demonio en la mesa, solo en el árbol parecía serio gesto que me daba miedo por alguna razón. Vusualice bien la mesa y faltaba Diego, desgraciado.

— mamá ¿Y Diego? — pregunté lo más tranquilo que podía, y como por obra del destino apareció cargando un gatito negro.

— Perdón por la tardanza pero me encontré a este gato en el otro jardín y lo traje conmigo.

En cuanto se sentó mis dos hermanas comenzaron a acariciarlo, pero el gato no se dejaba parecía que estaba más cómodo en los brazos de Diego. No le tome importancia hasta que cierto demonio se colocó detrás de mi hermano mientras me hacía señas para que le quitará el gato que estaba durmiendo en su regazo.

¿En qué piensa? Las señas no paraban ¿Debe de ser su mascota no?

— Diego que dijimos de mascotas, ya tienes muchas — hablo mi mamá haciendo que diera un brinco del susto, necesito hacerme una limpia ahora mismo.

— Si, pero no tengo un gato

— En realidad si lo tienes — hablo el hermano mayor de todos nosotros

— Pero no como este — hablo entusiasmado y solo Luther se le quedó viendo con una cara de "¿Enserio que tiene de especial un gato negro?".

Al parecer Diego noto esa mirada y continuo hablando.

— Tiene los ojos blanco y lo lleve con el veterinario del reino y me dijo que estaba bien que al parecer así era su genética, por eso me tarde — hablo — así que esté gato si es especial.

Me contuve para no rodar los ojos, al mirar de nuevo a Diego el demonio aún estaba detrás de Diego y aún me seguía haciendo señas.

— No Diego, otra mascota más ya no — hablo mi mamá y el demonio parecía más alterado — quiero que lo saques ya mismo — me levanté de la mesa y todos se sorprendieron.

— Diego, mamá tiene razón — hablé rápido para colocarme a su lado — no te preocupes mamá yo lo saco — dije mientras tomaba al gato entre mis brazos pero Diego se apartó.

— ¿Enserio crees que te dejare tocarlo? — asentí y solo puso sus ojos en blanco — Mamá dame una oportunidad si ves que no lo trato con cariño, entonces lo daré en adopción, por favor.

Mi madre se quedó pensando y le dirigió una mirada a mi padre que hasta ahora no decía nada, mi mamá solo suspiro sin respuesta de este y solo asintió.

Después de eso pude ver a cierto demonio algo irritado y frustrado pasando sus manos sobre su cabello, se volvió loco.

(...)

Después de la merienda me dirigí al establo para cepillar a sultán, y, mientras lo hacía sentía una mirada penetrante que me ponía los nervios de punta y sabía quién era.

— ¿Entonces ella es tu prometida? — hablo por primera vez y solo asentí sin dirigirle la mirada mientras seguía cepillando a mi caballo — Será fácil quitarla de encima.

— Al punto — hablé mientras guardaba todo

— ¿Por qué no le quitaste el gato a tu hermano?

— ¿Es tu mascota o que? — me di la vuelta para mirarlo a la cara

— Algo así

Levanté una ceja en estado de confusión, no entendía nada y no le iba a preguntar nada.

Solo tome a sultán y lo guíe a su respectivo establo donde lo encerré.

— Tu madre es muy linda...

¿Que mi mamá qué?

— Osea no lo digo de esa forma, lo digo porque de cierto modo se parece a la mía — suspiro

— No te has presentado — susurré — si me vas a seguri a todos lados por lo menos dime tu nombre¿No?

— Me llamo Kaspian y tú humano ¿Cómo te llamas?

— Five, me llamo Five

— ¿Cómo el número?

— Como el número — dije mientras le daba una sonrisa ladiada

Tal vez tener a alguien de compañía no será tan malo después de todo no es una simple compañía, es una compañía de un demonio...



Ya regresamos y con tres capítulos

Perdón por no actualizar enserio, lo lamento.

En fin anoche los iba a publicar pero...

Me agarró el sueño JAJAJA perdón pero aquí están

Los amo sale bye ✨💗

El príncipe demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora