El príncipe demonio

La presa

Estimados señores y señoras del reino,

Me complace invitar a todos mis fieles súbditos y los reyes de los reinos vecinos a una cacería real en las tierras de mi majestad. Durante muchos años, hemos dedicado nuestro tiempo y talento para hacer de mi reino el mejor de todos, y ahora queremos invitar a todos los demás reinos a unirse a nosotros en una festividad única.

En mi reino, somos conocidos por nuestras cacerías históricamente grandes y lujosas, por lo que están seguros de que la cacería real será un evento inolvidable para todos aquellos que asistan. Todos los reinos y sus súbditos están invitados a unirse a nosotros en esta ocasión especial, y espero con ansias una participación entusiasta de todos ustedes.

Con respeto,

el rey

— ¿Una cacería?

— Si, una cacería

— Y ¿Exactamente que cazan?

— ¿Kaspian que entiendes por cacería?

— Osea si se que es una cacería ¿pero que cazan? — Me le quede viendo confundido

— No te estoy entendiendo

— Es que en el inframundo tenemos algo parecido pero nosotros cazamos almas perdidas ya sabes todos esos humanos que hicieron algo muy pero muy malo mientras vivían

— ¿Y que hacen con ellos? — la verdad no quería saber pero aún así pregunté

— Los torturamos — solo se encogió de hombros

— Aquí nosotros cazamos animales y se las damos a las mujeres del reino y la que tenga la presa más grande gana — expliqué

— ¿Que ganan?

— Pueden elegir una joya del cuarto secreto del reino

Pude notar como se quedó pensando y sonrió de oreja a oreja.

Habían pasado ya dos semanas desde que ese demonio estaba aquí viviendo conmigo y ya me estaba acostumbrado a su compañía

— Y supongo que tú le vas a dar la presa más grande a tu prometida — hizo un gesto de enamorado a lo cual le lancé una mirada asesina

— No quiero pero tengo que, esto se hace cada año y años atrás solo cazaba presas pequeñas pero ahora intentaré cazar algo más grande

— ¿Y a ti no te pueden regalar presas?

— ¿Me ves vestido de princesa? — negó y suspire  — si podrían porque soy parte de la familia real a mi padre le han regalado presas pequeñas pero nada fuera de lo común

Solo vi como formó su boca en forma de <<O>>

— Si me permites en cualquier momento va a empezar la casería así que voy por sultán — me gire a verlo — y no hagas nada — le advertí y solo asintió como un cachorro

(...)

Kas

Espere a que se fuera el príncipe para ir donde estaba mi hermano. Al llegar pude ver cómo Diego lo dejaba a un lado de las chicas, lo estaba sentando en su propio trono ¡Que bonito!

"¡Concéntrate kas!"

Vi que Diego les daba unas indicaciones y espere a que se fuera para llamar a Caín

— ¡Caín! — susurré y se dio la vuelta para mirarme, así que le hice una seña de que me siguiera.

Cuando ya estábamos apartados de todos mi gemelo se convirtió en humano