Capítulo 10

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Estaba un poco afónico.

Tenía marcas de dedos y algunos chupetones en el cuello.

Tenía una ligera molestia en la garganta.

Estaba decepcionado.

Había sido una mala idea.

Desde el inicio, cuando pensó que no estaba mal que JongWoon fuera a su departamento, que almorzara con él, que respondiera a su pregunta y que lo besara. No tuvo más que cancelar su cita con el terapeuta debido al estado de su garganta ni que lo juzgara cuando se diera cuenta de por qué estaba afónico. Pasó las manos por su cara y luego exhaló, pensando en qué hacer. Quería huir de la ciudad y alejarse de todos, pero eso era lo que llevaba haciendo desde que JongWoon regresó y estaba cansado de huir. Necesitaba empezar a ser un poco más valiente y enfrentar las consecuencias de sus acciones, como el hecho de que la situación con el mayor simplemente se había complicado más, y todo gracias a él.

Debía aplaudirse por ser un idiota.

Salió del baño porque ya no soportaba verse en el espejo, yendo hacia la sala para él mismo hacer su terapia del habla. Ya llevaba tres, el terapeuta le había enviado unos ejercicios por mensaje cuando le indicó que no iría, y no le faltaba comida. Tal vez, en medio de su sesión, pudiera mágicamente hallar la solución a sus problemas o la madurez para manejar todo de la forma correcta, y no solo dejarse llevar por los impulsos. Pero no podía quejarse mucho. Después de todo, él sabía a lo que se estaba enfrentando.


***


Jongwoon quería saber lo que la mujer anotaba. Le había dado permiso de tomar notas de las sesiones, pero tenía curiosidad sobe lo que escribía. Quizá decía algo como "este hombre está loco" o "es un caso perdido". Lo que fuera, lo estaba poniendo nervioso. Hablaban de Kyuhyun, Byuktae, y cómo ambos habían tenido sexo hacia dos noches porque Jongwoon no era idiota para creer que habían hecho el amor. Al menos, él no se lo hizo. Gracias a la sesión anterior, y a parte de esta, logró identificar comportamientos tóxicos que tuvo en su encuentro con el cantante y sabía que ciertas cosas que pensó estaban muy erróneas.

—¿Lo has llamado?

Claro que no lo había hecho. Quería darle su espacio, que aclarara su mente. Además, siendo honesto consigo mismo, estaba dolido y sabía que no diría nada bueno mientras tuviera ese dolor en él. Kyuhyun, cuando ya el éxtasis del orgasmo lo abandonó, dijo "esto fue un error". Sin miedo, directo a los ojos. ¿Cómo se suponía debía reaccionar a eso? ¿Debía estar de acuerdo con él? Por supuesto que no lo estaría. Haber estado con él después de años de anhelarlo no era un error. Haberlo hecho suyo, recordarle que era suyo, tampoco era un error. ¿De qué manera lo había sido?

—No.

—¿Por qué?

Porque tenía miedo. Miedo de lo que él haría cuando Kyuhyun no le respondiera. Miedo de que el menor se alejara más de él ahora que se habían acercado tanto. Miedo de que esa fuera la última vez que pudiera tocarlo. Sin embargo, no respondió. Se concentró en la alfombra de color rojo del consultorio, en que llevaba mucho tiempo sentado y que necesitaba estirar las piernas, moverse para pensar un poco mejor. Se puso de pie, ignorando el pequeño respingo de la mujer por su abrupta acción, y empezó a caminar alrededor del pequeño consultorio.

—Porque quiero darle su espacio.

—¿Espacio para qué?

—No lo sé, para lo que necesite. ¿No me dijo usted que yo no le daba espacio para poder controlarlo? Bueno, quiero cambiar eso. Quiero que no se sienta presionado por mí de ninguna manera.

Colors II | YeHyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora