『 婚禮 』𝑱𝒖𝒏𝒉𝒂𝒐

八

La sexta y última vez que Minghao duda de su matrimonio, es una fria noche de otoño en la que no logra conciliar el sueño, casi un año después de su boda, 8 meses para ser exactos.

Soonyoung duerme plácidamente dandole la espalda y aquello solo lo hace sentir melancólico. Vio la hora en el reloj de su mesita de noche, 3 de la madrugada y no tenía ni una sola pizca de somnolencia en el cuerpo. Lentamente se deslizó entre las sábanas y se sentó en la orilla de la cama, dispuesto a levantarse. Una vez hecho, se dirigió a la cocina en busca de algún té que le ayudara con su insomnio.

Una vez puso el agua a hervir, se dirigió a la sala de estar para sentarse en uno de los sofás mientras esperaba, intentando no chocar con nada en la leve oscuridad que habia a pesar de estar la luz de la cocina encendida, pero antes de llegar al asiento, tropezó con la alfombra. Aunque no cayó, se sintió molesto y maldijo esa alfombra con estampado de tigre que detestaba, que no combinaba para nada con el resto de la decoración del hogar pero que Soonyoung le insistió en dejarla por lo mucho que le gustaba. Suspiró y se sentó con el ceño fruncido mirando la alfombra, para luego recorrer su hogar con la mirada buscando ignorar aquel trozo de tela tendido en el suelo.

Su mirada cayó en uno de los tantos marcos de fotos que decoraban la encimera de la sala, y se estiró un poco para tomarla y mirarla con atención, aún recordaba cuando Mingyu llegó a su casa con aquellas fotos cuando aún no llevaba ni un mes de casado.

Una foto del dia de su boda. Solo eran Soonyoung y él en medio de la foto llegandose a ver la decoración nupcial del lugar. Minghao suspiró nostálgico recordando ese día, pensando en qué tanto habian cambiado las cosas hasta ahora.

Y no se refería con respecto a su relación con su esposo específicamente, se refería a sus sentimientos, al sin fín de emociones que habia experimentado incluso desde antes de casarse.

Ultimamente su matrimonio no le habia estado haciendo sentir a gusto, sentia que su relación parecia haber comenzado a carecer de romance durante los últimos meses, y era algo que se volvia cada vez más evidente a sus tristes ojos, ya que ultimamente a menudo Kwon parecía desinteresado en él. Sin prestarle mucha atención a él ni pasando tanto tiempo juntos como cree que deberia ser. Incluso, hace ya varias semanas que no tenian sexo, algo conflictivo a los ojos de Minghao, quien siempre se imaginó teniendo un matrimonio apasionado y emocionante. Y sería mentira decir que durante los últimos meses se sentía a gusto con su matrimonio, al contrario, se sentía frustrado y tenia la triste la sensación de parecer ir en decadencia. Porque desde siempre le habian hecho creer que las bodas y aquella unión entre dos personas era algo muy romántico. Pero su matrimonio nunca se sintió así, nisiquiera el mismo dia de su boda ni mucho menos ahora. Porque la verdad era, que aunque amara a Soonyoung, tal vez nunca lo amó lo suficiente como para llegar a casarse con él.

Aún con la mirada perdida en la foto, se cuestionó porqué ahora parecía no haber tomado las decisiones correctas en el momento indicado, y el porqué parecía que no habia sido él mismo la prioridad de estas. Escuchó el ruido del agua hervir, sacándolo de sus pensamientos. Dirigió la mirada hacia la encimera de la cocina donde se encontraba aquella tetera y taza de su preciado juego de té. Y no pudo evitar analizarlo una vez más, un poco más al desnudo esta vez, intentando no poner trabas.

Su cabeza volvió a pensar en Junhui tras ver aquel regalo de bodas, haciendolo sonreir tras el recuerdo del mayor, en quien habia estado evitando pensar hace ya varias semanas. Pero la verdad era que nunca podia abandonar el recuerdo del rubio realmente, como sea, este lograba volver a él. Quizá todo este tiempo habia estado siendo un iluso por haber querido olvidar el caso... y aún sentado, desvió la mirada hasta la alfombra. Y repetió la acción nuevamente, para volver a posar sus ojos en la foto de su boda.