Por el suelo.

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Mi padre llegó a casa esa noche con un ramo de rosas rojas las favoritas de mi madre y una hermosa rosa blanca aparte, le entregó el ramo a mi madre y la rosa suelta a mí, el nos miró a los ojos y nos sento a cada una en su pierna; y nos dijo - "ala mujer no se le toca ni con el fino pétalo de una rosa" yo lo abracé y le pedí que no golpeara de nuevo a mi madre, él solo me abrazó y me besó la frente, me quedé mirando a mi madre, estaba triste, sin ganas de nada, con su ojo izquierdo morado y sus labios rotos de la golpiza que le ocasionó mi padre. Me pidieron que los dejara a solas así que me retire a mi habitación y los miraba a través de uno de los muchos agujeros en la puerta, no los podía escuchar bien, no entendia nada de lo que decian pero veia como lloraba mi madre mientras mi padre le habla muy fuerte.
Pasaron más de 30 minutos y ellos continuan hablando, desde ese momento prometi no dejarla sola nunca y siempre protejerla.
Todo paso, las aguas ya estan tranquilas despues de tanta tormenta, mi madre prepara la cena mientras mi padre está de holgazán en su habitación con el televisor como si no tuviese que hacer nada.
La cena está lista; arroz blanco, frijoles de lata y un huevo frito es nuestra cena, para mi esta delicioso pero para mi padre es como una ofensa, empiezan los gritos, las ofensas y de nuevo el llanto de mi madre.
Entra mi abuelo a la casa para ver que esta pasando, el se llama Jose es alto muy alto, grueso, cabello canoso y voz de trueno.
Entra golpeando la puerta con rostro enojado, mi abuelo mirando a mi padre muy enfadado dijo; "No le voy a hacer nada, pero Dios todo lo ve y vas a pagar todo esto" mi padre solo se echo a reir y se fue nuevamente, mi madre y yo corrimos donde mi abuelo mi madre y yo llorando le pedimos que nunca nos dejara solas y el nos dijo "son mis niñas y nunca las dejare solas".
Al dia siguiente llegue ala escuela con los ojos inchados, muy rojos y sin ganas de hablar con nadie, pero cuando más débil estas es cuado más pruebas se te ponen enfrente y es ahí cuando tienes que ser mas fuerte.
Pero como seria fuerte si por dentro me estaba desmoronando?.
Estoy sentada no le hablo a nadie en mi clase, la maestra me mira y me nota desconcentrada y me pregunta desde lejos que porque estoy así, yo solo agachó la cabeza y no dije ni una palabra, Heidy no dudo para hacerme sentir peor de lo que ya me sentia.
Comienza el recreo y Heidy y su amiga Karen (rubia, piel clara, delgada, ojos color verde) comienzan a "divertirse" yo solo me sente a comer mis galletas y ellas sin ninguna explicación las tiraron al suelo y riendo me dijieron; "Usted solo sirve para robar oxigeno ni Dios la quiere aqui".
Yo me retire de ese lugar con lagrimas en mis ojos, nisiquiera yo sabia de donde salian tantas lagrimas de una niña tan pequeña. Aún en recreo entre al aula y me sente cerca de la ventana con la esperanza de ver a mi madre afuera esperandome, ellas entraron al aula y con la ayuda de muchos chicos me tiraban bolas de papel, lápices, borradores, cuadernos...
Se reian de mi dolor de mi tristeza, aprovechan mi debilidad, yo lloraba y deseaba salir corriendo de ese lugar.
En ese momento el poco autoestima que tenia como niña se fue al suelo por completo.
Llego a casa y solo se encuenta mi abuela, ella se llama Maria, tiene cabello canoso, ojos color marron, baja de altura, piel morena, utiliza siempre su hermoso delantal de flores, sus lentes nunca le faltan y una hermosa actitud que no refleja todo el dolor que algunas veces tiene en su interior.
Me mira a los ojos, su sonrisa se desvanece y se le nota su preocupación, -"que tienes vanessa?".
La miro y se me salen las lagrimas sin ningun esfuerzo; ella me mira y sin pensarlo dos veces me abraza y no dice nada, ella siempre a dicho que; es mejor llorar a tener una mar de lagrimas lastimandote por dentro.
Un rato más tarde me calmo y ella me trae una jarra con agua fria, le cuento que mis compañeros me lastiman y me tiran cosas, para ser una niña no tenia porque sufrir tanto, pero algo me dice que no sera ni la primera ni la ultima guerra que vendra en mi vida.

La victoria esta en Cristo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora