>KABOOM¬°~>Dªbi&H@wks

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Una simple frase.
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Una simple frase fue capaz de alterar todo.
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Cansado.

Esa era la palabra con la que me describía en esos momentos.

Estaba teniendo un día de mierda. Toga y Twice no paraban de joder, Shigaraki se quejaba de todo la mierda que se le ocurriera, Compress estaba haciendo un estupido truco de magia mientras que Spinner y Magne estaban viendo una coreografía de K-pop.

¿Y que hay de Geten?

Ese cabron seguramente estaría disfrutando en un puticlub. Y en verdad no me molestaba que estuviera teniendo un polvo por ahí, lo que me molestaba era que me había dejado solo con esos putos locos de mierda, pero agradecía que los transtornados de Chisaki y Gentle no estuvieran aquí.

Sin duda estar comiendo en una cafetería con seis traumados no era una buena idea, así que tan pronto como me termine mi té me levante de la mesa para irme mientras escuchaba Toga suplicar que me quedase y a Spinner gritarme que tenía que pagar mi parte, pero en verdad no me importaba lo que la psicópata júnior y el cara lagarto me dijeran, en esos momentos solo tenía un pensamiento en mente, llegar a casa y desplomarme en el sofá.

Por mucho que quiera a mis amigos ya he soportado a esos mini autistas, no me malinterpreteis, me encanta ser logopeda, pero en verdad trabajar como uno en un colegio es agotador, pero lo bueno esa que pronto me trasladarán a un instituto en donde han decidido poner una clase especial para autistas que se llamaría "clase estrella" claro que trabajar con adolescentes va a ser más mierda, ¿pero que le hiba a hacer? Las cosas son así y lo admito, echaré de menos a esos renacuajos pero ya es hora de progresar.

Le estuve dando vueltas al asunto hasta que llegue a casa, o bueno mejor dicho el bloque de apartamentos de cuatro pisos donde vivo.
Yo vivo en el cuarto piso, pero gracias a dios en donde vivo hay un ascensor, cuando llegue a mi piso pude escuchar voces provenientes por detrás de mi puerta.

Y entonces solo un pensamiento paso por mi cabeza.

Meti las llaves en el cerrojo a toda prisa y cuando abrí la puerta me di cuenta de que desgraciadamente tenía razón.

-Touya, mi niño ¿como estas?

Mierda

Enfrente mio se encontraba una hermosa mujer de un bello pelo blanco largo y unos grandes ojos de color gris que alguna vez brillaron con alegría, estaba vestida con un vestido largo azul cielo unas sandalias blancas.

Y al lado de la mujer que me dio la vida se encontraba el hombre al que odio mas que a nadie en este mundo..

Mi propio "padre"

El es pelirrojo y ojiazul, en mi opinión su cara es como la de un orangután preñado e iba vestido con una camisa y unos pantalones negros. Básicamente como un puto niño que va a la iglesia por primera vez.

Creo que es obvio a cual respeto más, ¿no?

Aunque hay que admitir que mi aspecto no es nada mejor, tengo el pelo teñido de negro y un millón de tatuajes por mi torso, mis brazos y mi cuello dejando mi cara completamente blanca con piercings y ojos igual de azules como los de mi puto viejo, si te parece mal mi aspecto físico, imagínate mi manera de vestir, en esos momentos mientras mis padres iban bien arreglados yo lleva a una camiseta de tirantes negra con un dibujo de un dragón chino blanco (cortesía de Compress por año nuevo) que dejaba ver los tatuajes que recorrían mis brazos y mi cuello y unos pantalones anchos de color negro también unos zapatos con detalles blancos ¿adivinad de que color?, si dijiste negro, ¡enhorabuena, acertaste!
Si te parezco atractivo, ¿me das tu número?