DOS

12 1 0
                                    

(:̲̅:̲̅:̲̅[̲̅: 🐥 :]̲̅:̲̅:̲̅:̲̅)

Ya eran la hora de ingresar al salón y conocer a sus nuevos compañeros, nuevas caras, y quizás algunas lo seguirían acompañando desde la primaria.

Como sea, odiaba este momento. Otra escuela para niños ricos en dónde la mayoría no eran más que unos hipócritas mimados que se creían dueños del lugar mientras pisotean a los de menor estatus o los que se habían esforzado para estar ahí.

Desde la primaria, siempre era lo mismo y le daba igual.

Entró al salón en silencio y lo primero que vio fueron personas nuevas de las que no tenía el más mínimo interés por conocer. Habían también unas pocas personas que vagamente reconocía, mas no recordaba sus nombres. Todo sería un poco más soportable si tan solo... No, no, debía dejar eso atrás.

A paso lento se dirigió hasta los asientos del fondo, para su suerte habían dos lugares libres. Dejándose caer en el asiento a un lado de la ventana con su mochila a un lado de la silla, se dispuso a sacar un cuaderno de dibujo junto con un lapiz, observando de vez en cuando hacia el paisaje exterior, esperando a que la clase empiece e ignorando el bullicio de sus compañeros junto con el sonido del asiento de al lado cuando este al fin tuvo un nuevo dueño.

No supo cuanto tiempo había pasado, pues el sonido de algo pequeño chocando contra el suelo lo distrajo por un momento, llamando su atención y haciendo que se voltee por mera curiosidad.

-Oh, lo siento mucho, no quise interrumpirte.

Un chico de cabellos castaños y bien peinado le sonrió con algo de timidez luego de levantar lo que dejó caer. Este había sacado algunas de sus cosas para estar listo al momento de que iniciará la clase, y se había distraído tanto mirando el dibujo del tipo a su lado, que terminó tirando uno de sus bolígrafos que estaba cerca del borde de su mesa-escritorio.

Un Yoongi de catorce años solo negó con la cabeza, restandole importancia y volviendo la vista a su dibujo con la intención de seguir con este; mas al sentir la mirada fija de alguien sobre sí, levantó otra vez la cabeza, encontrándose de nuevo con los ojos oscuros del otro chico, quien se avergonzó un poco al ser notado.

-Perdona si te incomodo... es que tu dibujo es increíble ¿Dónde aprendiste a dibujar así?

Suspirando con cansancio, Yoongi decidió contestarle.

-Gracias y... en ningún lado, supongo que he practicado mucho.

-Oh, ya veo.

Comprendiendo, el castaño asintió algo asombrado por ver el resultado de un buen tiempo de práctica y paciencia.

El pelinegro volvió a darle atención a su dibujo, pero, de nuevo, no logró concentrarse cuando escuchó como alguien se acercó a hablar con el otro chico.

-Vaya, vaya, juntos otra vez en la misma clase ¿no te parece muy afortunado, Park?

-Oh, Por favor, no de nuevo -Se quejó este, rodando los ojos.

-No seas amargado, verás que te divertirás tanto como el año anterior o incluso más.

-Sí, claro, hacer tu tarea en contra de mi voluntad es mi actividad favorita, muy divertido -Declaró con sarcasmo- pero, a partir de este día, eso se acabó, Changbin.

MEMORIES *MIN_YOONGI*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora