Ellas eran dos chicas, las mejores amigas y compañeras de clase. Un día estaban en la escuela más temprano que lo usual y una de las chicas necesitó ir al baño. La chica tenia miedo de ir sola, ya que la escuela se encontraba vacía, así que su amiga acepto acompañarla. La chica entro al baño mientras la amiga la esperaba afuera.
Cuando entro, todas las puertas de los cubículos se encontraban trancadas, a excepción de la ultima que se abrió por su cuenta. La chica no le presto atención y entro al cubículo a hacer lo suyo. Una vez dentro, la chica sintió una corriente de aire por encima de su cabeza. La chica miro hacia las ventanas y vio que estaban cerradas. Como la corriente de aire seguía, la chica volvió a mirar hacia arriba y vio a una aparición fantasmal tratando de agarrarle la cabeza. La chica estaba tan asustada que salio corriendo del baño, no sin antes escuchar al espectro decirle que no le dijera a nadie lo que había pasado o sino la mataría.
La chica estaba tan asustada por lo que había pasado que ya no podía estudiar y sus notas se vieron afectadas. La chica no le decía a nadie que era lo que pasaba y temía estar sola en cualquier lugar. Sus padres se preocuparon, ya que ni los doctores, maestros o amigos podían ayudarla. Así que los padres llamaron a su mejor amiga a que fuera a la casa, para ver si ella podía averiguar que pasaba. La chica y su amiga empezaron a conversar en la habitación de esta y finalmente la chica no pudo mas y entre lagrimas y sollozos, le contó todo lo que había pasado a su amiga. Cuando la chica levanto la mirada, su mejor amiga tenia una macabra sonrisa en su cara y le dijo:
"Creí haberte dicho que no le contaras a nadie"...