Ꮯⲁ⍴ⳕ́ⲧⳙⳑⲟ ⳙⲛⲟ

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Ꮯⲟⲛ ⳑⲁ ⲥⲟⲅⲅⳕⲉⲛⲧⲉ

No estoy segura de que este mundo siga siendo mi sitio.
No estoy segura de querer despertarme
Gayle Forman.

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Sus ojos celestes se abren de imprevisto a la par que una ola mágica se expande avisando de su despertar al palacio de Arbezela, hecho que emociona a más de uno de la realeza, como subordinados presentes, aunque alerta a algunos de cierto séquito de amantes que desconocen la procedencia de aquello.
La joven limpia sus lágrimas manteniendo su mirada pensativa en el techo de la biblioteca real, la cual se convirtió en su habitación, o como comenzaron a llamarle "guarida del dragón", cuando le pidió al emperador que sea su aposento al traerle buenos recuerdos y sentirse reconfortada entre el aroma de los libros.

De repente una duda llega a ella: ¿cuánto ha durado su hibernación? La cual pronto recibe su respuesta al removerse de la extraña posición que su cuerpo permaneció ese rato, en el que pudo ver sus juveniles manos en vez de unas cercanas a su porcelana niñez.

ㅤ—Sabía que- —Se interrumpe a sí misma al apoyar sus manos en su garganta con asombro. ¿Ese tono melódico es de ella?!

ㅤ—¡Lady Najwa —le llama con regocijo una muchacha de cabellera chocolatada clara, y ojos oliva verdoso que deslumbran alegría, tras ingresar por el primer piso de la biblioteca—, ha sido una total dicha para todos percibir de su maravillosa magia!

«Luego tendré tiempo de asimilarlo» anhela que así sea, todavía desconcertada por el parecido con aquel timbre de voz tan familiar como lejano para ella.

ㅤ—Agradezco el cumplido, Hiranur. —Se sienta cohibida en la colcha que simula una nube.— Seleccione pronto un conjunto para mi, entraré al baño.

ㅤ—¡Como usted ordene, mi ama! —Se escucha sus animados pasos desaparecer por una puerta interna del sitio.

«¿El emperador habrá ido a combatir? O...» estira sus brazos con gentileza, mientras siente el maná recorrer con más regulación en su interior. «¿Ha vuelto? ¿Lo hizo a salvo, cierto?»

Observa con inquietud hacia abajo no por la distancia que tiene con el suelo, al tener su cama con refuerzos colgado por cadenas doradas más cerca de la cúpula, sino al desear que aquel hombre se encuentre en buen estado. Después de todo él le otorgó un hogar, como protección, en su imperio luego de la devastación del suyo.
En un salto, luego de haber apartado el dosel de su camino, comienza a levitar con una diminuta sonrisa surcada en sus labios orgullosos por controlarlo con precisión y una risilla suave de vergüenza se le escapa cuando recuerda los desastres que ocurrían en sus anteriores intentos. Definitivamente, luego se lo agradecerá a Haveron.

ㅤ—Ama Najwa —menciona una mujer mayor de cabellera oscura atada en un elegante rodete, quien le dirige su habitual mirada seria—, ¿qué infusión desea para el baño?

ㅤ—El de durazno, Melisa —expresa victoriosa cuando aterriza delante de la marquesa—, también traiga las cartas de hoy si no la han revisado.

ㅤ—Así será, lady. —Hace una reverencia ante la joven y antes de marcharse por lo pedido, le regaló una sutil sonrisa que alberga el cariño que le tiene.

Ⲁ𝖽ⲅⲟⲛⳕⲧⳕʂ ︳Las Joyas de la PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora