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Ella se fue, como él lo hizo tiempo atrás. Pero... ¿Quién iba a culparla? No era su culpa.
Todos somos como las olas; llegamos, removemos nuestro trozo de arena, y nos vamos.
Yo no soy quién para juzgar sus actos, y ella, decidió no juzgar su presente, a base de conocer su pasado.
Sabía lo que él había sido.
Considerado, amable, inteligente, seguro...
Pero esa persona, ya no existía.
La atracción que había existido entre ambos, sólo figuraba en la mente de ella.
No quería basarse en los errores que él cometió en su pasado para hallar su presente, así que... Se alejó de él. Porque, a veces, esa solución es la única válida.

Nunca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora