Cuando te encuentras en una situación desesperada, es cuando tomas medidas desesperadas.
Fue lo que Taehyung pensó al ver al hombre que yacía muerto en el piso.
Debió esperarlo, después de todo, nunca se dejaban testigos en una situación así.
Pero era curioso, no sintió nada, a pesar de que vivió la escena en carne propia; quizás se debía por el hecho de que sabía que todo era una novela.
Taehyung miró brevemente a su alrededor, más precisamente a los rostros de los nobles, cada uno mostrando reacciones diferentes.
Angustia, aflicción, dolor, inquietud; solo eran algunas de las emociones que transmitían sus expresiones. No obstante, cada vez que hacía contacto visual con alguno de ellos, todos evitaron su mirada.
Incluso en esta situación, aun le tenían miedo.
Sin embargo, esto era algo que no pudiera importarle.
Volviendo su mirada hacia el centro del salón, pudo notar como el príncipe heredero que siempre era relajado y sereno, ahora apretaba sus puños con fuerza en un intento de reprimir su ira cuando este dio un vistazo a su alrededor, pues como todo protagonista, tenía un espíritu noble y lleno de justicia.
Al ver su expresión, Taehyung supo lo que estaba pensando, y no era que lo haya leído en la novela, no, más bien era porque esta celebración que debió ser una noche magnifica, resultó ser un espectáculo cruel y despiadado en donde se cobraron muchas vidas inocentes.
Este suceso se recordaría por siempre como la desgracia de las rosas.
En ese momento, el Emperador alzó la voz. "Este día jamás será olvidado. ¡En nombre de mi padre y el padre de mi padre, juro que los culpables no quedarán impunes por este vil acto!"
El nerviosismo que se había mantenido desapareció después de las palabras del Emperador, calmando los corazones de todos en el gran salón. Sin embargo, en ese momento, las puertas del gran salón se abrieron, entrando por esta un hombre de cabello castaño.
Taehyung se dio cuenta de que el momento que tanto había esperado había llegado.
El hombre entró mal herido, tanto que daba lástima. Sus pasos eran pesados pues este cojeaba, y en más de una ocasión se tambaleó, sin embargo, eso no le impidió acercarse hacia el Emperador.
"Su Majestad... su majestad, yo sé quién es el causante de todo esto", dijo con dificultad.
Ante esa declaración el salón se mantuvo en silencio por un momento, ahogando los gritos y gemidos con sus manos, pues el mismo pensamiento cruzó la mente de todos.
"¡Si lo sabes, entonces dilo!", gritó enfurecido el príncipe heredero, quien ni siquiera notó la sonrisa burlesca del hombre.
"El causante de esto, fue el Joven maestro Kim Taehyung", dijo tan alto que fue imposible que nadie lo escuchara, al mismo tiempo que el hombre lo señaló.
Inmediatamente todos miraron en su dirección y las expresiones en sus rostros fue exacto como se describió en la novela. No obstante, Taehyung no estaba interesado en ellos, si no en el hombre que lo señalaba con el dedo desde la distancia.
No necesitaba adivinar sus pensamientos, pues la mirada del hombre expresaba todo, pensando que toda culpa recaería sobre él.
Vaya tonto.
Por lo general, personajes como este eran los primeros en morir.
Solo necesitaba decir una palabra para que toda esta situación desapareciera, sin embargo, estaba planeando usar esta situación para su propio beneficio.
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No quiero ser el villano
FantasyCuando abrió los ojos, estaba dentro de la novela favorita de su hermana menor.