Ella

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POV Poche

Era mitad de semana y mi despertador ya empezaba molestándome, solamente ayer había encontrado a Daniela en el hospital y resultaba que trabajaba conmigo. En verdad no sabía cómo debía tomarlo, por una parte, conocía su lado comprensivo y relativamente atento, pero por el otro sabía que tal vez me precipité al sacar conclusiones y me comporté un poco cortante.

Ya iba anocheciendo y necesitaba despejar la mente...

Por suerte, Alejo estaba en la casa para salir a alguna parte.

Poche: ¿Alejo, no quieres salir un rato?

Alejo: Va, ¿qué quieres exactamente? Y no es que me interese mucho, verdad; ¿pero no hay una razón de un por qué? ¿O solo se te ocurrió?

Poche: La razón no es importante ahora, podemos ir a un bar tranquilo

Alejo: No creo que es lo que necesitas, pero a la final tu pagas así que lo que quieras

Poche: Bueno bueno, vamos rápido

Esa noche salí a distraerme con Alejo, fuimos a un restaurante que eligió y luego fuimos al bar para distraerme, pero nada ayudó porque no pude "distraer la mente" y terminé tomando 2 vasos de agua hasta el momento.

POV Calle

Había salido con Pau hace muy poco, pero quería salir solo yo esta vez y me había decidido por un bar cercano para no demorarme tanto.

Estacioné el auto y al ingresar estaba ella, de espaldas a mi vista. Ella solo miraba un triste vaso de agua mientras su amigo Alejo bailaba en el "tranquilo bar".

Me senté al otro lado del lugar en el que ella estaba y pedí que le llevaran una cuba libre, el barman no tardó y se lo entregó.

Al principio miró el vaso con confusión, pero al alzar la mirada la fijó en mí y se levantó, caminando en mi dirección.

Se sentó a mi lado y dijo:

Poche: Tú lo enviaste ¿verdad?

Daniela: Sino hay admiradores que se atrevan, me parece que si fui yo.

Poche: No debías, pero gracias

Daniela: Bonito trato...

Poche: Lo sé, ¿estuve un poquito irritante no?

Daniela: ¿Poquito? (respondí sarcásticamente)

Poche: Tonta (dio un pequeño golpe con su brazo)

Daniela: Fuera de juegos, si me sacó de orbita que fueras distante

Poche: Lo siento porque, aunque me cuesta aceptarlo, sé que este pequeño tiempo has sido comprensiva y todo mi rollo no es excusa para mi trato (dijo mirándome)

Poche: Aunque hemos hablado poco estos días, yo no tenía el humor para hablar con nadie y olvide que entre todo ese "nadie", tu seguías manteniendo tu seguridad al hablarme.

En ese momento sabía que lo decía con un poco de recelo, pero la entendía. Ahí yo la veía hermosa, la veía diferente, la veía sincera y honesta.

No podía negarlo, me encantaba, simplemente me encantaba.

Poche: ¿No quieres decirme algo?, estabas un poco callada

Daniela: Solo que eres hermosa...

Lo dije y ella solo se sonrojó y escondió su carita levemente

Daniela: ¿Por qué la vergüenza?

Poche: No lo sé, pero yo también te veo muy hermosa...

Justo ahí sabía que tenía que besarla, era el momento en el que no pensaba en nada más que en nosotras dos, en medio de un bar que se tornaba silencioso a mi oído solo con verla.

Todo se despejaba en mi mente y me iba acercando, recibiendo una respuesta positiva de su parte.

No sabía como me veía a través de sus ojos, pero la sensación de ella en los míos me encantaba, me sentía segura cuando me observaba.

Pero un estruendo nos alertó, logrando ver a un Alejo un poco borracho que había caído cerca de unas latas, derramando el contenido de estas.

Me arrepentí de esperar, pero siempre se dice que todo pasa por algo y nuestra reacción después de verlo fue ayudarle para que pudiera levantarse o al menos ponerse de pie.

Poche: Esteee, yo creo que mejor me voy con Alejo, y te veo en el trabajo ¿sí?

Daniela: No, es mejor que yo los lleve en mi auto, está afuera.

Poche: ¿Y yo que hago con mi auto?

Daniela: Entonces ¿puedo llevarlos en el tuyo? (dije esperando aprobación) luego me regreso por el mío.

Poche: ¿No te molesto mucho con eso?

Daniela: Tu no me molestarías nunca, eso grábalo

Poche: Ok, entonces subamos

Subimos a Alejo en los asientos traseros del auto, abrí la puerta del copiloto para que Poche subiera, la cerré y subí en el auto para manejar hasta la casa de Poche.

No sabía donde era, pero me iba guiando hasta llegar.

Poco tiempo después llegamos y la puerta se abrió para dejar en visto una preciosidad de casa.

No tardé en recordarla, esto era de la inmobiliaria de mi familia.

Daniela: ¿Sabes de casualidad cómo se llama la persona o empresa que te mostró la casa?

Poche: Claro, era una chica que se llamaba Juliana (contestó) Juliana Calle ¿por?

Daniela: nada importante, solo que es mi hermana... No le tomes importancia

Poche: Ok, obvio que no es para nada importante que haya conocido a parte de tu familia hace un largo tiempo no (lo dijo con cierto sarcasmo)

Juliana: Osea, me refiero a que la podrías conocer mejor en el futuro, quizás.

Salimos del auto y ayude a Alejo a entrar a la casa mientras se tambaleaba. Entré al cuarto para dejar a un Alejo borracho y recostándolo para salir de la habitación, pero él dijo algo antes de que yo saliera:

Alejo: Ella te quiere mushito, pero tendrá...tener...digo tiene miedo.

Daniela: Espero que sea cierto porque sé que en el fondo es un ángel.

Sin más me despedí de Poche y al salir de la casa me di cuenta que me tocaba caminar hasta el bar porque mi auto estaba allí......Esta mujer me va a matar.

POV Poche

Estaba levantándome para vestirme y llegar al trabajo lo más pronto posible; esta vez iba sola en el auto ¿la razón?, Alejo seguía dormido y no quería ver su versión al despertar. Acabé de alistarme y salí en mi auto para dirigirme a trabajar.

En estos momentos ya faltaban 5 minutos para llegar al trabajo y mi secretaria ya estaba llamándome para asistir a una apendicectomía, más no para realizarla.

Me estacioné rápidamente, entre a mi oficina ignorando a mi secretaria y vi un ramo increíble de girasoles, me encantaban las flores y me di cuenta En el ramo había una notita que decía:

"Tú y yo... da igual dónde"

-Calle-

Inconscientemente solté una sonrisa y solo vi que Daniela entraba a la oficina con otra sonrisa...

Me estaba embobando y ella era la razón de tal estado en el que estaba.

Mi mejor medicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora