R4 - Chupeton

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Editado 2/2

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Ocho, veintiséis, [A.m], miércoles.

Los ojos del azabache se abrieron con suavidad, visualizó a un costado. Su pareja ya no estaba en su cama, soltó un pequeño puchero, se estiró y finalmente se cambió correctamente (Decidió ponerse un pijama celeste), con suavidad se dirigió al comedor, visualizando la cantidad de alimentos en la mesita.

Sanemi leía el periódico, no solía leerlo mucho por la cantidad de detalles pero siempre iba a su sección favorita por el chisme, giyuu saludo suavemente, captando la atención de su pareja, quién lo saludo y comentó;

—No te lo dije, pero hoy iremos a verificar nuestros roles en la audiencia.—mencionó sanemi, dejando el periódico de lado y comenzando a comer, había una ensalada sencilla en otro plato.

—¿A que hora?.—preguntó giyuu, saboreando con una sonrisa su comida.

—A las 9.00, asi que tenemos tiempo.—dijo sanemi, masticando con tranquilidad, observando a su pareja.

Los minutos del ligero desayunó pasaron con tranquilidad, donde luego fue sanemi quien guardo lo que sobró del desayunó en un pequeño recipiente, dejándolo en el refrigerador.

Giyuu optó por ir con pantalones negros y una camisa blanca con los dos primeros botones sueltos, luego tomo un poleron oscuro a rayas blancas, tomando unas zapatillas y yendo a buscar unas pastillas para amortiguar el dolor de su cadera.

Había visto su móvil cargado, junto al de sanemi, solo que su móvil estaba apagado, esperó a que el objeto prendiera en lo que revisó el móvil de su pareja. Observando el fondo que poseía...

—¿Ya lo viste?.—mencionó sanemi, abrazando de la cadera a giyuu. Presumiendo una foto de giyuu quién dormía, se veía bien arropado así que no exponía piel.

—No quiero que nadie vea eso...—dijo giyuu, teniendo una pequeña mueca.—de lo contrario te golpeare... Es vergonzoso.

Sanemi rió divertido, aceptando el hecho, tomo su móvil. sanemi tenía la costumbre de ir formal, a diferencia de giyuu que resaltaba su juventud, dejaron el departamento con llave y se retiraron al subterráneo, buscando el auto de giyuu, era uno simple de color blanco.

Los últimos minutos habían sido para llegar justamente a las 9.00, donde entraron con tranquilidad, habían varias personas hablando, entre ellos estaba tengen y kyojuro, parecían hablar con unas mujeres, una más alta que la otra.

—¡Hola!, hasta que llegan.—dijo kyojuro, saludando a ambos, donde sanemi saluda con sequedad, en cambio giyuu sonríe de forma amable.—ellas son kanae y shinobu. Participarán también, estabamos esperando algunas órdenes y nos quedamos aquí, luego iremos ingresando.

—Vaya, entonces debemos esperar unos minutos.—mencionó sanemi, recargandose en la pared, tengen también fue el otro que se dignó en venir de manera formal, kyojuro estaba algo más juvenil.

Las mujeres rieron suavemente, giyuu las observó con dudas, la más baja no paraba de mirarlo, suspuso que era por su ropa, por lo que se dió la vuelta y abotono de mejor forma su camisa, también subiendo el cierre de su poleron.

Sanemi asesinó con la mirada a la de ojos morados, principalmente por que odiaba que se quedarán viendo a su pareja.

—Sanemi, Dios, deja de hacer eso.—dijo tengen, dando una palmada en la cabeza del albino, quién bufó.

Giyuu lo Miró aturdido, sin decir nada, sabía bien que sanemi odiaba mostrarse celoso pero no era inevitable aquello.

—Nemi, quiero ir al baño, ¿me acompañas o...?.—consultó giyuu, apuntándo el lugar mencionado.

—Voy contigo.—dijo esté, caminando y pasando con molestia la presencia de aquella niña.

Al ir al baño giyuu vió el semblante de sanemi, muy rígido y su mirada lavanda atemorizaba. Giyuu entró a un cubículo, donde el albino se acerca, espera a giyuu y cuando esté sale, lo hace entrar nuevamente.

—¿Que haces nemi?.—dijo giyuu, el cierre de su poleron fue quitado, y los botones de su camisa se hacían a un lado.—sa...

—Shh, esa niña te miró mucho, éste cuerpo es mío.—dijo el albino, dando lamidas en el cuello, sacándole Jadeos al azabache.

Sus bocas se juntaron, sintiendo la calida lengua del contrario, giyuu soltaba pequeños Jadeos, sentía la entrepierna de su pareja presionando su pene, excitandose. Las caricias en los pezones de giyuu fueron estimuladas, uno atrapado en la boca de sanemi, mientras que el otro era presionado con fuerza.

Estuvieron asi unos minutos hasta que los pezones del tomioka empezaron a arder.

—E-espera, duele...—jadeo giyuu, empujando a su pareja.

—Aun no terminó.—gruño sanemi, empezando a succionar los pectorales de giyuu, estirando con fuerza los pezones de éste.

—¡Ah, bruto!.—grito giyuu, dándole un golpe en la cabeza a sanemi, quién gruño nuevamente.

Ahora la piel del cuello era succionada con fuerza, dejando un chupeton color morado, eso en cuestión de segundo, más chupetones fueron apareciendo por el dorso de giyuu, dónde sentia su vientre bajo acariciado.

—¡Oigan ustedes dos!.—era tengen.—dejen de comerse, estan llamando, ¡apurense!.

—Ya vamos mierda.—gruño sanemi, dando un fuerte beso a giyuu, quién se sintió sumiso ante la fuerza ejercida por sanemi.

Se arreglaron las ropas, saliendo del baño, giyuu iba cubierto, sin dejar que nadie pudiese ver su pobre cuello, lleno de chupetones.

Algunas señoritas y otros jóvenes vieron cómo el albino tenía una sonrisa de ego, dirigida especialmente a cierta niña, quién tenía la mueca de asco.

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30 Retos Sexuales || SaneGiyuuSane [Retomando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora