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5 Llamadas Perdidas

Llego al hotel y me encuentro de frente al recepcionista.

—Más tarde pasaré a tu habitación para verificar que este vacía —me dice sin más.

Lo sigo con la mirada.

—Pero le pagué un mes por adelantado —le recuerdo.

—Tenías otras deudas.

Se da la vuelta dejándome sola.

Entrando a mi habitación inhalo una línea, empiezo a empacar mi ropa, inhalo otra línea, alzo mis pinturas. Una línea más, guardo mis libretas y libros, otra línea, desocupo todos los cajones y mi escritorio.

Cuando todo está vacío me acuesto en mi cama mirando el techo. Tomo mi teléfono después de inhalar otra línea y le escribo a Juan Pablo, al darme cuenta de que no quiero esta vida.

Villa

Hola
Estuve pensando esto después de ver a mis papás, voy a intentar limpiarme además de conseguir un lugar en dónde quedarme. Mañana nos vemos y te platico mejor de eso.

•••

Antes de dejar todo esto necesito hacerlo por última vez.

Sigo haciendo varias lineas para luego inhalarlas, me levanto para tirar la bolsa y cuando vuelo a la cama mi vista se empieza a nublar y veo cómo todo se mueve.

Me dejo caer y cierro los ojos para descansar un poco.

Aunque para ser sinceros sabía lo que estaba pasando, pero no me dio tiempo de ir por el teléfono o tal vez no lo quería admitir.

Así que dejé que todo me ganara.




Villa

Llamé a Paula una vez, no me contestó y lo dejé pasar, para la segunda vez pensé que estaba dormida, para la tercera llamada recordé que tenía que trabajar.

A la cuarta llamada le dije que habíamos llegado a Madrid.

—¿Está bien? —me pregunta Simón.

—Sí, solo que Pau no me contesta, pasaré por el bar.

La quinta llamada le dejo otra nota de voz.

Entrando al bar veo a su jefe moviéndose de un lado al otro, cuando vuelve a la barra me acerco.

—Disculpe, ¿Paula está por aquí? —le pregunto.

—No, nunca falta, ni siquiera me contesta. Si tu la ves dile que está despedida y que me debe dinero.

¿Dinero?

Me doy la vuelta para ir a su hotel.

Media cuadra antes escucho muchas sirenas y veo una ambulancia y a la policía fuera del hotel.

Camino lentamente y observo a toda la gente que está afuera para ver si la veo. Encuentro al recepcionista y me acerco a él.

—¿Tu eres amigo de Paula? —me pregunta antes de que le diga algo.

—Sí, vine a buscarla, ¿sabe dónde está?

Me observa y luego mira dónde están saliendo personas con una camilla, con una bolsa negra, con lo que supongo es un cuerpo. Me comienzo a marear tratando de alejar cualquier pensamiento que está llegando.

—Lo siento mucho, fui a su habitación y al ver que no abría decidí hacerlo yo. La encontré en la cama, al parecer fue una sobredosis.

Tal parece que ninguno tenía razón al ver un futuro en el que estuviéramos los dos.

Llamada Perdida┊Juan Pablo Villamil┊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora